Celades había perdido el control de la situación y empezaba a estar agotado porque los futbolistas ya no le respondían, por no decirlo de otra manera. Es una información que tenían en el club desde hace días y que, unido a los últimos resultados y la pésima imagen del equipo en los últimos partidos, ha propiciado una destitución que tiene sin embargo su punto de grotesco.

La noche del domingo estaba decidido que el entrenador iba a continuar al menos hasta el partido del Athletic, con la idea de que acabara la temporada siempre que la imagen del equipo no les obligara a cambiar aunque solo fuera por presión popular. En este sentido, una encuesta de SUPER con cerca de 12.000 votos revela que el 85% estaban por el cambio inmediato de entrenador.

De hecho, así se le comunica a la plantilla por la mañana en la ciudad deportiva antes del primer entrenamiento de la semana. Por la tarde, tras una conversación entre el presidente y el máximo accionista, se decide lo contrario y se prepara de inmediato el comunicado para anunciar el despido del técnico. Todo se podría resumir en un simple Peter Lim lo volvió a hacer. La destitución de Celades, que nadie lo dude, es una decisión de Lim.

Celades ya es historia y, al final, se va un día antes del 30 de junio, que es cuando sobre el papel tenían pensado poner fin a su etapa aunque tuviera otro año más firmado. Se podría decir que ha hecho lo que ha podido y ya se sabe que quien da todo lo que tiene no está obligado a más. Evidentemente no era entrenador para el Valencia CF y deja a las claras que entonces, cuando fue por el aire Valencia CFMarcelino. Su salida, por el fondo y por la forma, anuncia otras más.