Con más pelos en la barba, y en la cabeza, Voro González vuelve a vestirse de corto para sacarle las castañas del fuego a Anil Murthy y a Peter Lim, responsables del fracaso en una temporada que podía haber sido muy buena y lastimosamente puede acabar fatal. Menos mal que el propio Valencia, con un mensaje de despedida a Celades que tiene una intención pero se les acaba volviendo en contra, como casi todo, deja claro que el máximo accionista es el responsable de todo lo bueno y también de lo malo. Sí, este equipo fue líder de su grupo en la Champions, ganó en el campo del Ajax, se metió en octavos y entonces incluso llegamos a pensar que podía llegar más lejos, no lo hemos soñado, pero una tontería más y ese mismo equipo se quedará fuera de Europa, lo que significa dar un paso más hacia atrás.

Del fracaso al ridículo más absoluto y no es Celades el culpable sino quien decidió que estaba preparado para este reto. Me contaron hace tiempo que fue Lopetegui el asesor de Lim en esta faena, y es verdad. Una especie de emboscada en la que metió al equipo el máximo accionista demostrando una vez más su escasa visión de la jugada. Es como querer bailar con el lobo, o como rezarle al diablo. Por mucha amistad que haya por medio, el lobo acaba mordiendo y el demonio, queramos o no, tiene cuernos.

No hagan caso a los que dicen que ningún entrenador con un mínimo prestigio se negaría a venir al Valencia CF, no es eso. El problema no es que no haya entrenadores buenos sino la capacidad de quienes los eligen, como quedó demostrado una vez más en septiembre con Celades, pero antes con Neville, Ayestaran... A pesar de ellos, el Valencia sigue siendo muy grande.