Si no fuera porque dinero es dinero y el Valencia CF lo necesita después de quedarse fuera de la Champions, un desastre que significa reducir el presupuesto y el coste de la plantilla de manera drástica, igual Ferran Torres se encontraba con una sorpresa. Si no renuevas porque crees que el Valencia te ofrece poco para lo bueno que eres o porque crees que el Valencia es poco para ti, lo que has de hacer es venir con un equipo dispuesto a pagar de verdad todo eso que vales, uno encima de otro y sin tonterías.

El club no debe bajarse los pantalones y sí defender lo suyo, que es un futbolista que tiene un valor y que tiene además un año más de contrato firmado, que es poco pero puede llegar a ser mucho. Un año a los veinte años es muy largo. Después, a medida que vas cumpliendo treinta y cuarenta, parece que pasan mucho más deprisa. El Valencia tiene sus armas en la negociación, para defenderse y también para atacar. Y hay muchos ojos encima de lo que ocurra con esta operación de mercado, porque es un futbolista del que se habla en toda Europa y que ha llamado la atención por su precocidad.

No digo que eso vaya a pasar, pero si Peter Lim acabase malvendiendo a un futbolista como Ferran Torres va a hacer el ridículo y a sumar una razón más para que la gente desconfíe y lo quiera echar de aquí. Lo mismo que si no trae cuanto antes un entrenador válido y ambicioso para empezar a reconstruir el equipo y transmitir algo de seguridad a los aficionados, que a estas horas ya no entienden qué es lo que está pasando con el casting.

Más artículos de opinión de Julián Montoro, aquí.