Anil Murthy podía haber llamado a Mateu Alemany para que, en una de aquellas interminables comparecencias en que se le podía preguntar todo, explicara cuál es la situación del club y por qué el Valencia CF se ve forzado a sacarse desesperadamente a los futbolistas más caros, algunos de los que más recursos le consumen, que en casos como el del capitán Dani Parejo. Diría entonces Mateu, sentado ante los micrófonos, que la situación para un club como el Valencia CF es en este escenario muy complicada, más que para muchos otros clubes de LaLiga y de Europa, porque el recorte de los ingresos entre la temporada 19/20 y la 20/21 va a ser brutal incluso en la mejor de las estimaciones.

Sin el dinero de la Champions, sin pasear la camiseta por Europa, sin vender abonos ni tampoco por el momento entradas, con mucha incertidumbre alrededor de su patrocinador principal por ser una empresa dedicada a las apuestas deportivas y, esto no se puede perder de vista, sin tener la certeza de que la Liga que empezaría en septiembre se va a acabar y los contratos de televisión se van a cobrar en su integridad. Todo esto es un cóctel explosivo que al Valencia le llega en un momento en que, además, ir al mercado a vender no es sencillo. Todo esto no hay nadie en el Valencia capaz de salir y explicarlo con detalle, en realidad la explicación es que no consideran necesario dar ninguna información relevante al aficionado sobre sus maniobras, por eso toda esa gente que viene observando los hechos con la lógica preocupación por su Valencia CF está empezando a decir basta.

Y con razón. Meriton lleva años queriendo vivir de espaldas a la gente y a la realidad, ellos tienen las acciones y eso les da derecho a gestionar, pero el club es de los aficionados. Eso siempre será así. Desde la salida de Alemany, además, todo se ha vuelto de nuevo opaco y eso no hace más que alimentar la sospecha. Todo el mundo aquí entendió sin necesidad de que le dieran muchos detalles por qué el Valencia decidió limpiarse hace tres años a Enzo Pérez y Diego Alves, hoy sin embargo nadie entiende por qué su equipo regala a Parejo y Coquelin, además al CoquelinVillarreal. Esto se lo tienen que hacer mirar, aunque a estas alturas uno ya acaba e estar convencido de que nunca van a cambiar. De momento, hoy Murthy y compañía no tienen otra faena que escuchar a los aficionados, que les van a pintar la cara. Y se lo merecen.