Él jugaba en el FC Barcelona y, aunque iba a ser suplente de por vida de Ter Stegen, lo cierto es que allí no se vive nada mal. Pero quería jugar y lo convencieron o se decidió a arriesgar fichando por el Valencia CF, quién le iba a decir que un año después lo iban a estar empujando para que se vaya, quién nos iba a decir en definitiva que una operación tan aplaudida en general pese a lo llamativo y hasta sospechoso de las cifras podía acabar así. Al final, un jugador que viene de un club como el Barcelona, aunque sea suplente, cobra mucho dinero, así están también por allá con la crisis. El futbolista, aunque es cierto que deportivamente tampoco ha estado a la altura de las expectativas que generó su fichaje, no tiene la culpa ni hay que tomarla con él para que se vaya cuanto antes, pero tengamos claro que si no lo consiguen colocar el problema que va a tener el Valencia es muy gordo. Mucho. Tanto que se puede decir que tendrá dos opciones, o no ficha a nadie y el equipo se queda más o menos como está, o acaba vendiendo a alguno de los jugadores que no quiere vender. Las dos son del todo inaceptables en un club como el Valencia CF.

Por muy mala que sea la situación económica, a estas alturas y después del traspaso de Rodrigo Moreno el equipo ya se ha devaluado de una manera clara y evidente. El efecto Gracia puede que pese lo suyo, entre otras cosas porque no tiene muy complicado mejorar a su antecesor en el cargo, pero al final hacen falta buenos futbolistas. Este es un club importante y lo que se le exige a los que gestionan son soluciones, no más problemas.

Nou Mestalla

El Valencia CF pedirá oxígeno a las instituciones en la próxima reunión que mantendrá el presidente Anil Murthy con el ayuntamiento de la ciudad. Tal como se ve venir la cosa, pondrá sobre la mesa que han ido pagando para cumplir con todos los compromisos y que los esfuerzos para sacar adelante el proyecto del nuevo estadio han chocado contra los elementos. Y que en un escenario como el actual va a ser prácticamente imposible cumplir los plazos. O sea, el Valencia tratará por todos los medios de alcanzar un acuerdo para prorrogar la ATE y ganar tiempo aprovechando que en las últimas semanas las autoridades se mostraron abiertas en sus declaraciones a dialogar si existía un gesto por parte del club. Así pues, todo va a estar en función de ese gesto, del alcance o la profundidad del mismo. Sería un buen momento para transformar el compromiso adquirido por el máximo accionista (Meriton) para acabar el estadio en un contrato formal, con fechas y condiciones.

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