Es verdad, todo es por culpa de Meriton. Es evidente que han perdido los papeles desde el momento en que han puesto además al frente del proyecto en el Valencia CF a un tipo como Anil Murthy, que no tiene ni idea ni maneja los códigos del fútbol ni conecta con los aficionados ni con los futbolistas ni nada de nada. Es verdad, la operación en que se embarcó el club este verano para revolucionar la plantilla eran palabras mayores, cirugía especializada que requería de la sabiduría y la pericia de un buen profesional del fútbol, curtido y preparado para llevar a cabo cualquier revolución. En cambio, lo pusieron todo en manos de un auténtico amateur, y así les ha ido.

Primero se quiere ir el entrenador por el que han apostado para el nuevo proyecto y días después se quiere ir uno de los referentes que habían elegido para el nuevo proyecto. ¿Se puede hacer tan mal? Resultado, no hay proyecto. Estas cosas no pueden pasar en un club que forma parte de la élite. Ahora mismo es complicado adivinar quién, pero alguien va a tener que poner orden en el Valencia CF, que estará siendo muy responsable a la hora de controlar el gasto -al menos eso es lo que dicen y la excusa que ponen para no invertir un euro en refuerzos- pero nadie está siendo tan cuidadoso con el proyecto deportivo. Al contrario, aquí todo se basaba en hacer un grupo fuerte y muy unido y lo que están haciendo es destrozar el equipo. Y en el fútbol, como dice Paco Lluis en el SUPER de este domingo, detrás del equipo se va todo.

Esto es así aunque pero el hecho de que sea así tampoco es un paraguas que lo justifica todo. No justifica lo que ha hecho sin más rodeos Kondogbia, al que podrán jalear porque se ha enfrentado y ha puesto en evidencia a Anil Murthy y eso le convierte casi en un héroe, pero no es menos verdad que se está burlando o pretende burlarse del Valencia CF y eso es mucho más grave. Ni Murthy ni nadie puede ni debe permitirlo. Kondogbia ha tenido meses para venir con una oferta, ponerse de acuerdo y adiós muy buenas. Como he escrito alguna vez, no se ha ganado ser imprescindible en el equipo si es que alguien lo es. Venir con el mercado ya cerrado a proponer lo que ha propuesto lo descalifica como profesional y como persona, siendo además uno de los capitanes del equipo y un futbolista al que el entrenador, el que se ha querido ir, le dio toda la confianza.

Escribí días atrás que la decisión que había tomado Javi Gracia tenía mucho peligro y que quizá debió actuar o canalizar su enfado de otra manera. Cuando un entrenador se va al club a pedir que le dejen marcharse, está enviando señales a su vestuario.