No se podrá quejar el entrenador del compromiso y si algo hay que valorar es el empeño por defender mejor, más que nada porque el equipo venía de una dinámica en que le hacían goles con demasiada facilidad y es algo que está costando lo suyo empezar a corregir. A partir de ahí, después de centrar muchos esfuerzos en no perder, es cuando un equipo como el Valencia CF tiene que encontrar algo más para ganar los partidos. Desde luego, algo más que el Eibar tiene para ello. Algo que tiene en jugadores como Carlos Soler y que no encontró en toda la noche, unas veces porque la pelota le pasaba diez metros por encima de su cabeza y otras porque no da una. En Guedes y en Maxi Gómez, a los que hay que exigir más, o en este caso Gameiro, que lo mismo que en Vitoria volvió a fallar en la última y clara ocasión del partido.

Una lástima porque, mereciese o no llevarse los tres puntos con lo que había propuesto durante el partido, volver con esos tres puntos era muy importante. Conviene dejar de mirar atrás cuanto antes y empezar a exigir más, no sé exactamente quién, porque si no la temporda se acabará complicando de verdad.

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