Cuenta la leyenda que el día que Manolo Salvador dijo por primera vez su nombre a los allí presentes les entró risa: "¿Pero cómo vamos a fichar a un cojo?". Koné, sin embargo, que llegó a Orriols tras un trabajo en secreto de varios meses, se convirtió en el mejor delantero de la historia de un Levante que gracias a sus goles se metió en Europa. El marfileño, además de los millones de su traspaso compartido, dejó un sabor de boca tan grato a nivel personal y profesional que todavía hoy los granotas sueñan con repescarlo. Lo intentaron el pasado agosto y continúan pendientes de acontecimientos pensando en el próximo enero. Igual que hace tres años está saliendo de una grave lesión de rodilla, pero a nadie le da ya la risa.

El Levante está al día de que Koné no volverá a jugar hasta principios de año, coincidiendo con la apertura del mercado. En Orriols lo sabían desde antes, pero su entrenador y gran valedor ahora en el Everton y antes en el Wigan, el español Roberto ‘Bob’ Martínez, lo ha hecho público esta misma semana. Fichado por cinco millones de libras en el verano de 2013, Koné sólo ha podido jugar seis partidos con los toffies por culpa de una lesión en la rodilla de la que, a punto de cumplir 31 años, recayó a principios de esta temporada en un partido ante el Swansea. "Quiero verlo jugar y comprobar el efecto que puede tener sobre el terreno de juego. Hay mejoría cada semana y él está desesperado por ver lo que puede hacer, le daremos el tiempo que necesita. Espero que esté en plena forma para enero", aseguró Martínez, que se conoce al dedillo una lesión de la que precisamente se operó en la clínica del doctor Cugat, en Barcelona: "Un trozo de cartílago se ha desprendido de su rodilla. Ha estado presionando tanto para volver que ha sentido dolor y eso significa que no ha sanado. El doctor está muy contento con la operación, pero medicina y fútbol no van juntos. Estoy confiado en que cuando vuelva a jugar ya no sienta dolor".

Sobre el papel la puerta está cerrada, pero el Levante sigue detrás por si en cualquier momento se reabre, consciente de la opción de que el Everton pueda darle salida para que disponga de los minutos necesarios para su total restablecimiento. Eso sí, oficialmente no se ha movido ficha desde el pasado agosto.

Fue a mitad de verano, a raíz de que los problemas de Rafael pusieran negro sobre blanco la necesidad de otro delantero, cuando el Levante se dirigió oficialmente al Everton para solicitar su cesión. El interlocutor fue directamente Bob Martínez, quien meses atrás había tenido como oyente en sus entrenamientos a José Luis Mendilibar. En aquella llamada, el manager de los ingleses no dio esperanzas a los granotas. Pese a que por entonces aún no tenía el alta médica y acababa de fichar a Etoo, su idea era darle minutos en la Copa para que fuera cogiendo rodaje. Por su cabeza no pasaba desprenderse de él en ese momento. Otra cosa sería en invierno.

Al mismo tiempo que a su club, el Levante también sondeó al jugador, que pese a marcharse hace dos años nunca ha perdido el contacto con València. Aquí mantiene, entre otros, una buena relación con el fisioterapeuta privado con el que hacía horas extras en su etapa granota y a cuyos servicios ha seguido recurriendo tanto en el Wigan como ahora en el Everton. En Orriols saben que la idea de Koné era entonces cumplir su contrato e incluso terminar su carrera en Inglaterra, pero el hecho de que su recuperación se haya alargado, junto a la posibilidad de que tenga que contemplar una salida para recuperar la forma, les hace mantener un halo de esperanza. De que sigue siendo el delantero deseado no hay dudas.