La esperanza por disfrutar un año más de Jefferson Lerma fue lo último que perdieron en el club de Orriols. Empezando por Quico Catalán, quien apenas unos días antes de cerrar su traspaso todavía trataba de abortarlo. Avalado por los técnicos, quienes no ocultaban la importancia capital del colombiano en el equipo, el presidente intentó a la desesperada que este se quedara: le hizo una contraoferta, en virtud de la cual el Levante estaba dispuesto a aumentarle nuevamente el sueldo, dos meses y medio después de haberle convertido en el mejor pagado de la plantilla.

La respuesta del cafetero desencadenó el acuerdo final. Después de que dijera 'no' a esa ultimísima intentona granota, el Bournemouth subió por quinta vez su propuesta y la situó ligeramente por encima de los 30 millones de euros. Este era el precio que el Consejo había puesto al futbolista (aunque la cláusula ascendiera ya por entonces al doble), tal y como el propio Quico le había trasladado a los ingleses en plena negociación. El 4 de agosto se cerraría la venta, aunque esta no se oficializaría hasta tres días más tarde por ambas partes al unísono.

Lerma no dudó

'Jeff' se mostró en todo momento firme en sus convicciones, tanto deportivas como económicas. Quería probar fortuna en la Premier, por mucho que los azulgrana estuvieran dispuestos a retocarle al alza la ficha y, además, dejar escapar el histórico traspaso. Y con este, tanto el desahogo financiero actual como el desembolso realizado por Dwamena, Simon y el sustituto del colombiano: Vukcevic.

Lerma firmó su último contrato con el Levante el 11 de mayo, en vísperas del histórico 5-4 al Barça y con la permanencia matemática en el bolsillo. Se extendía hasta 2021 y aumentaba su salario hasta 1,8 millones de euros. Una cifra que automáticamente hubiera quedado obsoleta si hubiera aceptado esa oferta granota de finales de julio: aunque ni siquiera dio pie a entrar en detalles, el futbolista hubiera superado con total seguridad los dos millones que firmó Sanjic Prcic a su llegada, eso sí, con la prima por llegar a coste cero incluida.

Un año más de recorrido

El escenario ideal para los técnicos y el propio Quico, quien en 2015 ya vaticinaba que el de 'Jeff' se iba a convertir en el traspaso más alto de la historia del club, era disfrutar de él en plantilla hasta junio de 2019 que su valor de mercado incluso aumentara en ese periodo. Para que esto sucediera contaban con la inminente nacionalización del medio (que dejará de ocupar plaza de extracomunitario), y con que este continuara ganando relevancia en LaLiga y en la selección colombiana. De paso se hubieran ahorrado el trago de encontrar reemplazo para una pieza catalogada como «insustituible» en público y en privado.