Un empate que deja una sensación agridulce en el Levante UD. Que no espanta las malas sensaciones generadas por un mes donde el VAR y el arbitraje fue el gran protagonista, pero que al menos demuestra que este equipo tiene carácter. Lo mostró en la segunda parte. Cuando la Real Sociedad apretaba y acosaba a la defensa granota, un córner acabó con Borja Mayoral haciendo el 1-1 en un partido gris y sin demasiados lujos. Más práctico que estético, el equipo solo mejoró tras los cambios y ahora se marcha al parón mirando de reojo a lo que hacen los rivales de la zona baja. Una situación complicada pero no crítica.

La primera parte comenzó con un Levante algo tímido e intranquilo. El objetivo era el robo y salida rápida, pero al grupo le costaba encontrar a Morales y Mayoral. Y la Real Sociedad en ese contexto empezó a jugar cómodo. Más por la indecisión granota que por su propio empuje, el conjunto donostiarra empezó a hacerse dueño de un partido que antes de la media hora ya había cambiado de marcador. Lo hizo Januzaj en una jugada que empezó en la derecha y que con apenas tres pases llegó al costado opuesto para cerrar el 1-0 con un pase de la muerte de Theo al belga.

El gol de la Real Sociedad tampoco activó al mejor Levante. De hecho, los de Alguacil tuvieron dos contraataques muy claros para sentenciar en apenas quince minutos pero Sandro Ramírez falló en ambas ocasiones. Esa fue la mejor noticia en el final de una primera parte que no pasará a la historia en el conjunto granota y que tuvo a Rulli como su mejor espectador.

En el segundo tiempo, el primer impulso granota fue mejor. Al menos hubo una situación de peligro para la portería de Rulli. Rochina, con un pase en largo por encima de la defensa donostiarra, permitió a Morales plantarse delante del meta argentino pero su control se marchó demasiado lejos y el defensa le arrebató la ocasión del 1-1.

El arreón granota también provocó algún susto en defensa. Tras una pérdida en defensa y un despeje demasiado corto acabó con Sandro rematando a placer y su desvío se marchó rozando la madera. El intercambio de golpes ya era una realidad. El Levante mejoró en esa batalla abierta y tuvo la más clara del partido hasta ese momento. Un córner lanzado por Rochina acabó con Rulli haciéndose un lío pero Mayoral no acertó en la misma línea de gol. Otro ejemplo más de la mala fortuna que arrastra el equipo de Paco López en el último mes. Y no fue el único. Dos minutos más tarde Luna la tuvo también. Solo, delante de Rulli, pero se frenó, recortó y perdió el factor sorpresa.

Paco López movió ficha y le dio resultado. Con Moses por Coke el equipo había ganado más profundidad y después apostó por Roger para desequilibrar arriba junto a Mayoral. El sacrificado fue Rochina y Morales se marchó a la zona de enganche para dormir entre el pivote y los centrales. Tras ese cambio el primero en golpear fue sin embargo la Real. Un pase a la espalda, Bautista más listo que todos y el 2-0 a punto de subir al marcador. Solo el desacierto donostiarra permitió al Levante seguir a rueda del partido. Y de qué manera. Con el tanto del empate.

Morales ganó una carrera, tiró un autopase, Mayoral la ganó y ahí llegó el córner que cambió el rumbo del choque. Una jugada en corto permitió que el '2' golpeara en el primer palo y sorprendiera a toda la defensa realista. Morales y Mayoral, los protagonistas de la jugada anterior, lo celebraron de una manera efusiva. Golpeándose. Casi enfadados por querer dejar mal a los que han dudado del carácter del equipo granota.

Sin embargo esa reacción no fue suficiente. De hecho, la Real Sociedad tuvo aún una última ocasión en la que Aitor tuvo que dar un paso al frente y salvar un punto que visto a lo visto parece bueno antes del parón de selecciones. Dos semanas para cambiar el chip y pensar ya en el Eibar de Mendilibar.