Iván López tiene una nueva meta en su trayectoria deportiva después de finalizar contrato con el Levante. Tras doce años vinculado al club, el lateral derecho, mermado en las últimas temporadas por distintas lesiones de rodilla, lleva inactivo casi doce meses tras la última vez que se vistió de corto. Fue en Son Moix, en un partido amistoso frente al Mallorca en el que tuvo que retirarse al resentirse de molestias. Pese al tiempo transcurrido, y a la conclusión del vínculo que le unía con la institución que ha representado durante casi media vida, tiene la intención de apurar todas sus opciones hasta el final y de volver a sentirse futbolista.

Sin embargo, el jugador nacido en València no tiene ningún tipo de prisa en volver a pisar un terreno de juego en un futuro a corto plazo. La complejidad de su percance le obliga a tener cautela para que su recuperación sea lo suficientemente satisfactoria como para volver a competir. Por ello, el defensor, que tiene un injerto meniscal desde la operación que le realizaron hace aproximadamente seis meses, no se pone plazos aunque la ventana de transferencias veraniega esté abierta. Si la rodilla responde en este mercado sería una noticia más que satisfactoria, pero prefiere tener precaución tras los incidentes sufridos.

El reto de Iván López es estar en óptimas condiciones de cara al periodo de fichajes de enero. Y no de cualquier manera, sino con la capacidad suficiente como para rendir al máximo nivel. Ya sea a nivel nacional o en el extranjero, el exfutbolista granota, consciente de su potencial, e invadido por la ilusión que supone su nuevo objetivo, se pone esa motivación al considerar que, pese a los infortunios, todavía no ha dicho la última palabra. Todo ello con la ayuda del Levante, que le permitirá recuperarse con sus profesionales y le tenderá la mano en todo lo que necesite.

No obstante, si su rodilla dice lo contrario, una vez se consuma el plazo de tiempo establecido, valoraría, casi con total seguridad, retirarse de la práctica futbolística. Colgar las botas y afrontar una nueva etapa en su vida. No en vano, distanciarse del verde no se traduciría en desvincularse del mundo del balompié. Por su cabeza pasa la opción de seguir ligado al equipo de su vida, mediante algún departamente, o introducirse en el mundo de la representación.