Después de adquirir los mandos del Derbi y ver cómo, mediante el descontrol y el desorden, el Levante perdió una oportunidad de oro para obtener, como mínimo, un punto en Mestalla, el desasosiego y la frustración son los principales factores que se respiran en el seno levantinista. Además, en todas las partes de su organigrama. Las lecturas que se extraen en fase colectiva indican que, a falta de tres semanas para volver a competir en la élite del fútbol español, son de que al equipo le faltan tareas por acometer. Sobre todo, en la parcela defensiva. Sin embargo, si el periodo de rodaje de cara a la nueva puesta en escena liguera se basará en adquirir conocimientos y confianza, José Luis Morales hizo los deberes al despuntar su autoestima.

El Comandante, rabioso al dejar atrás una temporada que, en cuanto a rendimiento, estuvo lejos de las cualidades que lleva imprimidas de serie, pero excitado por la oportunidad que le brindó un nuevo año en quitarse las distintas espinas que llevó clavadas, dio una lección de entereza, fe, valentía y liderazgo. Acompasado por el ímpetu que mostraron sus compañeros desde que el árbitro indicó el pitido inicial, pero en solitario cuando el contrincante supo cómo cortocircuitar el sistema de juego de su equipo. No obstante, el '11' comenzó la 20/21 con un doblete (el cuarto desde que el futbolista de la primera plantilla) que tuvo similitudes con el que realizó, también en la primera jornada, frente al Real Betis en el Benito Villamarín. Acciones zigzagueantes, poso en el regate y sangre fría en la definición. Pese a ello, su encuentro del pasado domingo adquiere valor añadido no solo por haber visto nuevamente su mejor versión, sino por haber potenciado dotes que estaban aún por despertar y estimular.

El atacante nacido en Madrid, además de ser peligroso mediante su verticalidad y velocidad, adquirió la facultad de serlo en ataque estático. Su Levante, aquel que lleva representando desde que aterrizó en el filial hace nueve años, ha pasado de ser un conjunto que volcaba todas sus fuerzas en los contragolpes, para evolucionar a un grupo que quiere dominar mediante la pelota. Sus dos dianas, de la forma en la que se produjeron, reflejan lo que quiere Paco López. También, finaliza cuando el escenario lo exige, sin extender la acción en exceso y decidiendo en el momento oportuno. Como realizó en su segunda anotación, la que puso patas arriba el Derbi pese al derrumbe sufrido en los minutos posteriores.

En una campaña donde la reforma del Ciutat de València y el comienzo de la construcción de la Ciudad Deportiva de Nazaret serán los principales atractivos, Morales, en su primera puesta en escena, mandó señales de El Comandante que levantaba al feudo de Orriols con sus temibles zancadas. Como por ejemplo, hizo su irrupción en Primera o, sin ir más lejos, hace dos cursos. Fue la luz de un balance oscuro tras el duelo contra el Valencia.