Con la permanencia en el bolsillo y Europa como una posibilidad remota, para el Levante es momento de tomar posiciones en el mercado de fichajes. Desde que renovó hace prácticamente un mes, desde el área deportiva se ha intensificado la planificación de la 21/22. De hecho, el pistoletazo fue después del mercado de enero, cuando a nivel interno se elaboró un detallado cronograma, validado también en la última reunión del Consejo, con la situación de la plantilla de cara a la próxima temporada.

En consenso con Paco López, con quien el contacto es estrecho y diario, Manolo Salvador y David Navarro, junto a Manu Fajardo como responsable de captación, han elaborado un listado de perfiles a los que se está en fase de poner nombres. Este es, eso sí, un proceso muy condicionado al límite salarial y a la necesidad de hacer caja para cuadrar los ya consabidos 16,5 millones de euros de descuadro. De momento hay conversaciones en marcha con Postigo y Duarte para renovar más allá de sus cláusulas por partidos. Con Morales y Miramón ya quedó todo claro, mientras que no hay visos de reactivación con Rochina aunque nadie lo ha descartado abiertamente, mucho menos el entrenador.

En un continuo goteo de decisiones el mes pasado se ejecutó la opción de prórroga por un año más sobre Pepelu y está igualmente decidido que Pablo Martínez será del primer equipo. Respecto a las ventas, por De Frutos no hay comunicación oficial directa con el Real Madrid, aunque en el club están muy pendientes de su más que posible regreso.

Sin embargo, a expensas de repoblar las bandas, lo que está claro es que los retoques van a empezar de atrás hacia adelante. Especialmente por el lateral izquierdo. Tampoco se descarta a un central si los cantos de sirena por Vezo, que no acaba de cuajar, se confirman con una oferta en firme. Paco siempre ha sido partidario de mantener su línea de zagueros si no llegaba ningún refuerzo que subiese mucho el nivel, un reto al que se enfrentan de nuevo los técnicos.

Está decidido

Aunque es un secreto a voces, en lo que no hay marcha atrás en la idea de ejecutar la cláusula de corte de Toño. A nivel económico con su salida aumentará el margen salarial, ya que desde que renovó su salario está por encima del millón. En los planes de futuro la idea pasa por no doblar fichas altas en la misma posición. En este caso, además, ha coincidido que deportivamente Clerc ha estado por encima de la media y lo ha jugado prácticamente todo.

Con contrato fijo hasta 2022, la continuidad de Clerc como mínimo hasta 2023 está asegura atada a través de tres posibles vías. La que está más cerca de cumplirse es la de que alcance los 70 partidos oficiales en sus primeras tres temporadas de contrato, puesto que ya ha superado la media centena. Las otras dos son que juegue 25 partidos oficiales la próxima temporada o que como en el caso de Pepelu se abone una cláusula de 50.000 euros antes del 31 de mayo para prorrogarlo un año. La candidatura de Javi Galán, del Huesca, es común a la mayoría de secretarias técnicas, aunque los granotas tienen más balas en la recámara, tanto en Segunda como en el mercado internacional.

Traspasos

En el apartado de salidas todo va a depender de las condiciones del mercado, aunque más allá de la venta de algún top para hacer caja, la mayor dificultad estará en los jugadores con una amortización alta y poca participación deportiva. Al margen del caso de Hernani, que vuelve de su cesión, Vukcevic es otro de los más peliagudos.

El montenegrino entra en su último año de contrato después de haber ido enganchando lesiones y ahora está pendiente de la evolución por sus problemas de espalda. La Eurocopa, con Bardhi como único granota, es el otro foco de atención. Eso sin perder de vista los Juegos Olímpicos, donde tanto De Frutos como en menor medida también Cárdenas parten con posibilidades.

Canteranos con ficha

Otro de los puntos candentes en la planificación es el ascenso por contrato al primer equipo de Cantero y Blesa, ambos en las filas del filial pero con cláusulas progresivas y fichas importantes. Aunque no está decidido, aun más a expensas de conocer la categoría en la que militará el Atlético Levante, su futuro podría pasar por sendas cesiones. Es lo que ha ocurrido con Pablo Martínez y Pepelu, que en junio estarán de vuelta.

Tanto el madrileño en el Mirandés como el dianense en el Vitoria de Guimaraes han hecho buenas temporadas, si bien el caso del segundo promete traer cola si no se le garantiza un hueco con todas las de la ley. También tiene contrato de primer equipo Arturo Molina, cedido en el Castellón, aunque con una opción de corte. Ferni, el otro canterano en una situación similar, queda libre en junio, por lo que ya no habrá problema.