Se avecina un verano largo en lo que a materia de fichajes se refiere. Será largo en el Levante por las circunstancias, pero lo será también en el fútbol en general. Los clubes no saben ni el aforo que van a tener sus estadios cuando se retomen las competiciones y eso afecta directamente a sus ingresos ya que, aunque el panorama con la pandemia empieza a aclararse con la vacunación, todavía hay un halo de incertidumbre que envuelve al curso 21/22 y a los ingresos que los clubes recibirán. Si a eso le añades que el club ha de compensar los 16,5 millones de desfase que tuvo la pasada campaña en el fair play financiero instaurado por LaLiga, el resultado es que tanto Manolo Salvador como David Navarro (en especial el primero porque lleva más años en la entidad) se enfrentan a su enésimo desafío en contra de los números.

La lista de límites salariales hecha pública por LaLiga, a la espera de que se confirme qué equipo acompaña a Espanyol y Mallorca a LaLiga Santander, dice que el Levante iniciará la temporada 21/22 en el vagón de cola, si bien es cierto que por lo menos el conjunto granota ya no estará, al menos a priori, dentro de la zona de ‘descenso’. Los 37,613 millones que tiene de límite salarial el Levante son superados por todos los equipos a excepción de Elche CF (34,600), Mallorca (19,049) y Girona o Rayo Vallecano (4,243 y 16,412) a la espera de su actualización.

Se trata por tanto de otro difícil verano. El Levante deberá dar salida como mínimo a una de sus piezas importantes (el Real Madrid sigue sin dar el paso de momento de repescar a De Frutos aunque no ha descartado la opción aún incluso habiendo renovado a Lucas Vázquez, lo que supondría 15 millones en las arcas granotas) para poder cuadrar números y a partir de ahí, si quiere tener algo que reinvertir, a otra como mínimo. Ahí emergen los nombres de Enis Bardhi, que tras dar negativo en la última PCR ya trabaja con Macedonia y está preparado para mostrarse en el escaparate que es la Eurocopa; Aitor, un guardameta del agrado de Marcelino García Toral y que encaja a la perfección en el reducido radio de acción del Athletic Club; y Campaña, quien hasta su lesión era uno de los principales activos, pero que ahora está lógicamente devaluado tras un periodo inactivo.

El panorama en términos globales ha mejorado respecto al curso pasado ya que en aquella ocasión la cifra total con la que tuvo que desenvolverse el Levante fue de 36 ‘kilos’ y tan solo el Elche tenía menos (32) recursoso que los granotas. De hecho, el exceso en este ejercicio pasado es lo que influye de forma directa en la obligación de vender en este. El conjunto granota, pese a estar en la 19ª posición en la hipotética clasificación de límites salariales, acabó el campeonato en la posición 14ª de forma real lo que significa una mejora notable respecto a sus recursos disponibles y eso pese a la recta final de campaña en la que encadenó ocho partidos sin conocer el triunfo con solo dos puntos.