Diecinueve días después de que el Levante finalizase la competición regular, el presidente de la entidad, Quico Catalán, tomará la palabra ante los medios de comunicación para extraer conclusiones de lo que ha deparado el curso 20/21 y lo que se avecina en el posterior. La oportunidad de que el máximo dirigente del club comparezca públicamente supondrá un momento de gran consideración para exprimir todas las inquietudes y balances que envuelven al club, pero el eje sobre el que girará la rueda de prensa serán las maniobras que la cúpula levantinista pretender realizar para ajustar un Fair-Play que, a día de hoy, tapona cualquier operación en las oficinas del Ciutat de València. Más allá de todos los frentes abiertos, el principal quebradero de cabeza es la asfixia que supone habitar en un déficit económico que merma la planificación deportiva. Y es un asunto del que se quieren responsabilizar.

Los casi diecisiete millones de euros que marcan el desfase financiero tendrán la expectativa y la esperanza de que el Levante cierre una venta cuantiosa, en una plantilla donde descatan futbolistas que han experimentado un crecimiento en términos de valor de mercado. De Frutos es quien más cartel posee después de un curso sobresaliente, y el escaparate de la Eurocopa de Enis Bardhi es una ventana suculenta. Pendientes también de qué sucederá con Campaña, tras haberse devaluado por su inactividad por lesión, la institución trabajará en los parámetros que no dependen de situaciones externas. La rebaja del Fair-Play no solo consta de salidas, sino también de liberar salarios potentes que no corresponden al rendimiento deportivo, y ahí es donde el Levante peleará.

Sergio León, Vukcevic y Koke son contratos de los que el club quiere acabar descargándose. Los dos primeros, por su insuficiente aportación sobre el verde, y el tercero, por haber pasado desapercibido tras las temporadas de Aitor y Cárdenas. Además, en el punto de mira hay casos como el de Coke Andújar, quien, además de que sus números son difíciles de encajar en los márgenes económicos establecidos, también ha tenido poca participación. Sin embargo, la no renovación de Rubén Rochina y la rescisión de contrato de Toño García supone la primera piedra para alcanzar el equilibrio financiero. Más allá de sus elevados salarios, porque aceptar las condiciones del centrocampista nacido en Sagunto hubiera supuesto reventar las limitaciones sobre las que el club tiene que sobrevivir.

No obstante, la inscripción de futbolistas se dará según vaya destensándosela cuerda del Fair-Play, con el deseo y la responsabilidad de arrancar la próxima temporada con todos los jugadores disponibles y estar así a las órdenes de Paco López.