Una vez cerrados el lateral izquierdo, la delantera y el extremo, a falta de saber cómo se desarrollará el futuro de Roger Brugue, la incorporación de un central que ayude a disminuir la cifra de goles encajados en Orriols continúa siendo un Asunto de Gobierno en clave granota.

La secretaría técnica, dos semanas después de arrancar oficialmente el mercado de fichajes, tiene anotado en rojo la urgencia de subir el nivel competitivo en la retaguardia, pero si no hay salidas, ninguna posibilidad podrá recalar en el Ciutat de València. Además, el desfase en los márgenes del Fair Play Financiero, cuyo ejercicio finalizó con casi diecisiete millones de pérdidas, es una encrucijada pendiente de resolver, ya sea con la venta de futbolistas que se encuentran en el escaparate o con la liberación de fichas pesadas que no correspondan con los minutos sobre el terreno de juego.

Mientras el Levante se mantiene a la espera de propuestas interesantes que le sirvan para alcanzar equilibrio financiero, el conjunto azulgrana baraja opciones para la parte central. La última, la de Funes Mori, zaguero argentino de 30 años que a día de hoy milita en el Villarreal y que fue ofrecido a la secretaría técnica desde la Plana Baixa como solución a los males en defensa.

El amarillo es del agrado de la secretaría técnica y su incorporación estuvo encima de la mesa, pero posee un salario que a día de hoy es inasumible debido a la situación económica. No en vano, la tesitura puede verse destensada si el cuadro de La Cerámica se ve con la ‘obligación’, si no busca deshacerse de sus servicios con facilidad, de negociar su salida a la baja al acabar contrato en doce meses .

Vezo, activo de mercado

Independientemente de cuál sea la resolución sobre el ofrecimiento de Funes Mori, lo que el Levante tiene claro es que, en clave defensiva, Rúben Vezo es un activo en el mercado que podría, primero, aliviar la deuda (ya que la finalidad es que salga traspasado) y, segundo, habilitar nuevas operaciones.

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El portugués, pese a no rendir a la altura de la apuesta que realizó el club por él al término de su cesión en 2019, tiene peso en el mercado y es un nombre que no pasa de puntillas a nivel europeo. No en vano, por el ‘14’ no ha llegado nada en firme. Una situación similar, aunque sin ser boyante en el plano económico, sucede con Róber Pier, aunque una marcha del gallego serviría para dar paso a nuevas fichas. 

A falta de mes y medio para que la ventana de transferencias baje la persiana, el Levante tiene clara la hoja de ruta a seguir. Después de cerrar tres incorporaciones, la posición de central volverá a ser una de las patatas calientes. Con Sergio Postigo y Óscar Duarte atados, el objetivo pasar por elevar el nivel de competitividad después de que el balance de goles encajados y la contundencia atrás haya sido deficiente. Una temporada más, será una tarea pendiente que resolver. A falta de un mes para que la temporada 21/22 dé el pistoletazo de salida, la dirección deportiva sigue trabajando para darle los recursos necesarios a Paco López.