ENTREVISTA

"Quiero ser una figura conciliadora"

Sergio Ballesteros llega a la entidad granota para ser quien lidere la Figura de Identidad: un cargo que afronta con toda la ilusión posible y que analiza en SUPER

El eterno capitán hace balance de su cargo y de otros temas de actualidad.

El eterno capitán hace balance de su cargo y de otros temas de actualidad. / JM LÓPEZ

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Sergio Ballesteros conoce las entrañas del Levante a la perfección y su llegada al club para liderar la Figura de Identidad de la cantera es toda una declaración de intenciones. Cargo hecho a su medida cuya finalidad es que las nuevas generaciones sepan lo que es el club levantinista.

Va todo bien. Con ganas e ilusión. Estoy muy contento.

¿Qué ha cambiado entre el Sergio de jugador al Sergio actual?

Cuando dejas el deporte profesional tienes que adaptarte a una nueva vida. Tienes que reiniciarte y empezar de nuevo. Luego, llevar una vida diferente a la del deportista, porque cuando te retiras, no sabes muy bien cómo va a ser y el tiempo te va poniendo y ajustando hacia lo que tú quieres hacer.

¿Hay incertidumbre cuando llega el final de carrera? ¿O existe una red de seguridad?

A partir de los 35 empiezas a pensar. Yo me retiré con casi 38 y sí que es verdad que ya tenía medio claro la retirada. El problema es que nunca acabas de ver el momento final. Y aunque lo tengas medio previsto, o incluso, físicamente veas que ya no llegas y cada vez encuentras más dolores, te das cuenta de que se acaba. De que tienes que empezar a enfocar lo que viene después.

Entrevista a Ballesteros (I)

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Después de su nombramiento como figura de la entidad, volver a Levante será especial para usted…

El Levante ha sido todo para mí. Fue el equipo que me dio la oportunidad en Juveniles de venir a un proyecto importante como fue aquella superliga que montaron. Luego fue el primer equipo que me dio la oportunidad de ser profesional en Segunda B, de tener un contrato, de no ponerme ninguna dificultad en venderme a un equipo de Primera División… Y siempre con un respaldo afectivo importante. Por la gente que estaba en ese momento y por la que estuvo después. En la vuelta, en un momento muy complicado del club, las cosas fueron bastante bien. Fueron unos años muy bonitos por el ascenso y por llegar a Europa. Entonces, fue una última etapa espectacular. Agradecido siempre, y ahora con esta vuelta más todavía. Porque me gusta mucho la escuela, me gusta mucho la cantera, los niños, poder aportar mi granito con la experiencia que yo pueda tener… Y yo creo que el club me ha dado una oportunidad preciosa para poder desarrollarme en esta etapa nueva.

P: ¿Cuál es el día a día y la prioridad en su nuevo cargo?

Voy a depender de Sergio Gómez, que es el director de la escuela, y en la figura de entidad vamos a tocar bastantes ámbitos. Colaboración con jugadores, entrenadores, captadores, con las escuelas conveniadas… Vamos a intentar abarcar lo máximo posible, dentro de la escuela, para aportar ese punto. También en dificultades que puedan haber (charlas con algún padre si surge alguna problemática, conflictos con representantes…), intentar ser una figura conciliadora y que haga entender lo importante que es este club, la historia que tiene y la suerte que tienen de participar en un proyecto común.

Mi intención es intentar ser una figura conciliadora y que haga entender lo importante que es este club, la historia que tiene y la suerte que tienen de participar en un proyecto común.

Sergio Ballesteros

— Figura de Identidad del Levante UD

¿Ha cambiado mucho la cantera del Levante con respecto a la que usted vivió en su momento?

De la cantera en la que yo estuve, a la que hay hoy, se puede comparar con el día y la noche. El nivel que hay es extraordinario. Desde Sergio que es el director, hasta todos los coordinadores, captadores y entrenadores, el nivel es extraordinario. Los resultados están demostrando el trabajo que están haciendo. Creo que la escuela del Levante ya es referencia dentro de España, donde se trabaja muy bien, donde cada vez se están consiguiendo mejores resultados en cuanto a sacar jugadores, y en ese sentido, entro en una escuela que está muy profesionalizada, con mucho nivel y en la que yo quiero participar, apoyar y aportar en todo lo que están consiguiendo ellos.

Si la cantera ha subido el nivel, la exigencia en el primer equipo también ha subido el nivel.

Creo que, mientras no haya un discurso contrario, mantenerse en Primera División ya es un éxito. Hasta ahora ha sido así. Pienso que las exigencias son mayores, pero estar en Primera División, para un equipo como el Levante, para mí es un éxito. Si en un momento dado el presupuesto sube, o las exigencias suben o las plantillas pueden conseguir ciertas cosas, se irá viendo con el tiempo. Creo que es un éxito, además, sin paliativos.

Este año se logró llegar a semifinales de Copa del Rey, pero la afición, en LaLiga, ya exige más.

La afición es muy consciente. Seguramente habrá gente que en esta última década lo único que ha visto son éxitos. Pero el aficionado de toda la vida sabe que estar en Primera División es un éxito. En sus casi 112 años de historia ha estado dieciséis. Las exigencias las irá marcando la afición conforme vayan viendo, pero creo que un porcentaje muy alto de la gente que va al campo sabe lo que cuesta, que es muy difícil estar en la élite, que hay muchos equipos históricos que lo están pasando mal. No disfrutar de estar en la máxima categoría es un error.

Hay muchos equipos históricos que lo están pasando mal. No disfrutar de estar en la máxima categoría es un error.

Sergio Ballesteros

— Figura de Identidad del Levante UD

Pusieron el listón muy alto con esa clasificación para la Europa League. Hay que valorar lo que costó aquello.

Es que aquello fue histórico y ojalá se vuelva a repetir, pero fue una gesta muy importante. Jugar en Europa, acabar muy bien en LaLiga, pasar de grupos… incluso estar peleando hasta el final por entrar en Champions. Es algo increíble. Yo no creo que la gente se acostumbrase. La gente lo disfrutó mucho y nosotros en el campo también. Ese año hubo una conexión con la afición que no he vivido en ningún otro equipo. Ni incluso aquí en el Levante. Cómo sabían en qué momento había que apoyar y en qué momento había que apretar. Se vivió con ilusión y sin exigencia.

¿Paco López es identidad Levante UD?

Paco también ha sido jugador del Levante. Un entrenador que se ha curtido mucho en la Comunitat Valenciana. Siempre con muy buenas referencias. Hasta que le han dado la oportunidad de entrenar en Primera División ha demostrado la capacidad que tiene y el nivel que tiene como entrenador. Es uno de los entrenadores importantes en Primera División que ya está creando su propia trayectoria de éxitos. En ese sentido, es una persona que podría formar parte de esa identidad del Levante.

¿Cómo ve el fútbol español en el aspecto económico?

Realmente no tengo ni idea. No sé muy bien cómo funciona lo del Fair Play y no sé cuándo ni por qué se hacen unas cosas. Sí que entiendo la crisis que hubo en el fútbol hace quince años, en la que muchos clubes entraban en concursos de acreedores. Creo que a eso no se debe de llegar y tiene que haber un equilibrio y unas normas para todos. Eso sí que lo entiendo, pero no sé cómo lo llevan a cabo. Es verdad que se vuelve a entrar en una dinámica de sueldos y presupuestos muy altos, y se ha visto que en una pandemia es un golpe que todos los clubes lo están sufriendo.

Hablando de salarios altos, hubiera estado bien haber tenido los contratos actuales. ¿Verdad?

(Ríe) Yo cuando firmé aquí el equipo estaba en concurso. Había límites y el equipo estaba pasando dificultades importantes. Estuvo al borde de la desaparición incluso. No creo que nos hubieran dejado desaparecer, alguien hubiera aparecido porque este club es muy importante, pero hubo momentos de una dificultad extrema. Se veía que la cosa pintaba muy fea y ahora es otra dinámica. Hay más ingresos por televisión, el equipo está más asentado, no tiene deudas, han hecho una gestión que es digna de escribir un libro... porque conforme se encontraron tanto Quico como la Junta que había al equipo con los problemas y la deuda que había, doce años después, ver la situación en la que está este club, una reforma impresionante del estadio, asentado en Primera División… Si nos lo hubiesen dicho hace diez años nadie lo hubiera creído.

Ese ascenso fue fundamental. Esa plantilla ‘salva’ a la entidad.

Sin duda. Todo el mundo era consciente y tanto Quico como el resto de su equipo nos lo transmitieron. Cuando se consigue el ascenso, ese momento es clave para el futuro inmediato del club. Donde ya se generan ciertos ingresos, donde había una plantilla muy buena para Primera División aunque ese año se sufrió. Ahí se empezó a construir el Levante actual. El del equilibrio de buenas plantillas y buenos números.

Entrevista a Ballesteros (II)

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¿Cómo se vive esa situación tanto en el aspecto personal como profesional?

En los dos primeros años de Luis García había una administración concursal donde garantizaba los pagos. Económicamente, aunque fueran sueldos bajos, estaba asegurado. Además, la administración era gente muy seria y que hicieron un trabajo extraordinario. Por ello, dieron estabilidad para que nosotros, pese a que tuviéramos dificultades para entrenar por el estado de las instalaciones, se logró hacer una plantilla con gente muy humilde y muy humana. Se consiguió un grupo extraordinario de trabajo, con hambre y ganas de superar adversidades, y al mando estaba Luis García que también era una persona muy positiva, de tirar hacia adelante y de afrontar los problemas sin volverse loco. Fue un conjunto de cosas que dio fruto a ese ascenso, en un momento clave.

Se consiguió un grupo extraordinario de trabajo, con hambre y ganas de superar adversidades, y al mando estaba Luis García que también era una persona muy positiva.

Sergio Ballesteros

— Figura de Identidad del Levante UD

Volviendo a su figura, ¿cree que el futbolista está apoyado en el aspecto psicológico? A nivel de cantera, ¿cómo es posible de gestionar los golpes que puede sufrir un jugador joven? Hemos visto recientemente el caso de Simon Biles.

Personalmente, el esfuerzo más grande que he hecho ha sido a nivel psicológico. Mantener un equilibrio emocional en momentos tanto difíciles como buenos. Si echo la vista atrás, el resumen de mi carrera es haber conseguido un equilibrio. Es lo que más importancia ha tenido porque, en la trayectoria de un futbolista, se pasa por muchos momentos: lesiones, cambio de equipo, problemas familiares, grada, incertidumbre… Y eso que yo he sido profesional y he competido en la élite, pero siempre he formado parte de un grupo. No tienes una responsabilidad única. No me quiero ni imaginar, la situación que deben vivir profesionales que están solos como Rafa Nadal por ejemplo o Simon Biles. Además es gente muy joven, que tiene una preparación brutal y que tiene una presión impresionante. Habrán hecho trabajo psicológico, pero aún así, la naturaleza llega un punto en el que toda esa presión sale en un momento concreto. Es para sentarse y ver hacia dónde se está llegando a todos los niveles, porque la presión por conseguir los objetivos es brutal y los intereses económicos que van por detrás añaden presión extra. Hay que remontarse a lo que es cada uno o a la profesión que se dedica cada uno. Y quedarse con cosas exclusivas de lo que es el deporte. Pero es muy complicado llevarlo a cabo y hay que hacer un trabajo importante.

Parece que la pandemia ha sacado a relucir esos problemas. ¿Hasta qué punto ha cambiado el deporte?

La pandemia ha hecho mucho daño. Si hablamos de fútbol ha hecho mucho daño. Muchas lesiones y preparación totalmente diferente. Mucha gente que está detrás del futbolista (preparadores, fisioterapeutas, médicos…) se habrá vuelto loca con tantos cambios de rutina. Ha sido un reto para todos los que han estado viviendo esta situación, pero hay que adaptarse. Al final, el deporte profesional lo que hace es que te tengas que adaptar a todo. A lo bueno y a lo malo. Y lo que te exige emocionalmente es que estés preparado para todo. Lo debe tener cualquier deportista: preparado para no jugar, para afrontar una lesión y para mil situaciones que pueden surgir. A lo mejor para no fallar un penalti en un momento clave no, pero para todo lo que dependa de uno mismo en lo emocional sí. Este año, los equipos que han sabido aguantar bien las situaciones que ha derivado la pandemia son los que de alguna manera han conseguido los objetivos.

¿Cómo vivió todo esto?

Muy preocupado porque lo que ha pasado ha sido gravísimo. Ahora no me gusta ver el telediario porque ves cosas que son lamentables. Ha fallecido mucha gente, personas mayores que han estado toda su vida trabajando, que han muerto solas… Se olvidan muy rápido las cosas. Ha sido gravísimo lo que ha pasado en todo el mundo. También, preocupado por las secuelas que está dejando todo y esperando que empiece a solucionarse. Sigue muriendo gente, siguen muchas familias pasando dificultades económicas y las secuelas de la gente que ha fallecido serán permanentes. Tengo ganas de que se solucione todo ya.