Así vivimos el Cádiz-Levante

Un lance del juego del Cádiz-Levante

Un lance del juego del Cádiz-Levante / EFE

Vicente Linares

Vicente Linares

Esperemos que el Levante no lamente los dos puntos que ha perdido en la última acción de su encuentro de debut en tierras gaditanas. El conjunto granota tenía el triunfo en el bolsillo tras cobrar ventaja en la primera mitad, pero en la fase final del partido el Cádiz apretó y aprovechó una acción de más fe que acierto tras un centro lateral para devolver las tablas al marcador in extremis. Antes, los granotas pudieron y debieron sentenciar, pero no lo hicieron y solo el tiempo dirá la importancia que tiene un resultado así con un desenlace como este en la primera jornada.

Ante el conjunto cadista era previsible que el Levante, pese a jugar a domicilio, tuviese más posesión. El conjunto de Álvaro Cervera ni tan siquiera la discute a la espera de cazar una contra o una acción a balón parado como la que tuvo en el minuto 26 de encuentro cuando una falta lateral ensayada acabó con Negredo empujando la pelota a la red en el segundo palo tras un centro de Salvi. Por suerte -y por poco- la posición del atacante era antirreglamentaria y el tanto fue invalidado.

Morales y el Levante, celebrando el gol en Cádiz

Morales y el Levante, celebrando el gol en Cádiz / EFE

La mejor versión de Campaña

El Levante, que estaba siendo mejor liderado en la medular por un Campaña al que por momentos se vio incluso disfrutar de nuevo sobre el césped, ya había coqueteado con el gol en una recuperación del sevillano que concluyó con un muy buen disparo de De Frutos desde la frontal y que Ledesma detuvo en dos tiempos. El conjunto granota combinaba bien en posiciones próximas a la portería cadista y ahí apareció Morales entre líneas para, tras una buena acción colectiva, controlar de suela un pase filtradito de Melero y aprovechar el metro que le dio Akapo. Armó la pierna a velocidad de vértido y la puso en la escuadra dando ventaja a los levantinistas en el 38’ (0-1). Saludo del Comandante.

El gol, sobre el papel, debía dar tranquilidad al Levante ante un rival al que le cuesta llevar la iniciativa, pero la segunda parte casi desde el inicio se plagó de contratiempos para los azulgranas primero con la lesión de Soldado y luego con la de su sustituto, Dani Gómez.

El Cádiz, quizás espoleado por su proximidad en el marcador pese a haber sido inferior durante buena parte del encuentro, consiguió dar un paso al frente casi más por empuje que por otro motivo en la recta final y aunque Aitor tan solo tuvo que intervenir en una ocasión para despejar con una muy buena intervención un balón cabeceado por Haroyan en un saque de esquina, si no cerrabas el partido podía suceder lo que acabó sucediendo al final.

Un palo en la última jugada del partido

La acción clave sin duda llegó a falta cinco minutos para la conclusión del tiempo reglamentario cuando de nuevo Morales interceptó un pase horizontal en zona de creación local e inició una conducción en velocidad que le permitió plantarse solo en el mano a mano ante Ledesma. Sin embargo, en este caso su remate se fue a estrellar en la cepa del palo por la parte exterior para disgusto de un Paco López que lanzaba una botella de agua con rabia contra el suelo al ver que se desvanecía la ocasión de cerrar el choque.

El Levante, que había nadado durante durante la mayor parte del encuentro y había llegado prácticamente hasta la orilla, apostó ya por guardar la ropa, pero en una prolongación de siete minutos un centro desde la derecha fue disputado en el segundo palo por Espino ante Son y el lateral local aprovechó la falta de contundencia defensiva para cazar el balón suelto y enviarlo al fondo de las redes.

Primer punto en el casillero granota, pero doloroso disgusto en el último suspiro.