El Levante señala el camino hacia la fase de grupos de la Champions

Gio Queiroz revolucionó el encuentro en la prórroga de un partido lleno de sufrimiento. El equipo de Ángel Villacampa sueña más que nunca

El equipo granota celebra uno de los tantos.

El equipo granota celebra uno de los tantos. / LUD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Asaltar el Koteng Arena, feudo habitual del Rosenborg, se posicionó como un desafío complicado. Con rodaje a sus espaldas, ya que lleva once jornadas disputadas en una competición liguera en la que quedaron subcampeonas el año pasado sin perder ningún partido, el equipo noruego se postuló como un obstáculo difícil de superar. No obstante, el Levante demostró que su capacidad para superar retos es mayúsculo. Un equipo moldeado para estar entre las más grandes de Europa. Pese a la longitud del camino, el trayecto se recorta y la Ronda 2 empieza a asomar, al igual que una fase de grupos que ya genera ilusión entre las chicas de Ángel Villacampa. Una victoria llena de sufrimiento y con prórroga incluída (4-3), en la que la protagonista principal fue Gio Queiroz. La brasileña salió a pocos minutos de los treinta minutos de prolongación y revolucionó el choque con dos goles que noquearon a las noruegas. Uno yéndose Nostmo y otro sellando una obra de arte con un disparo que quitó las telarañas de la escuadra. Una futbolista que demostró su talento para dejar un sensacional sabor de boca en clave granota.

El guion fue idéntico al del encuentro frente al Celtic. Mismas guerreras desde inicio y misma intención: domar el encuentro a través de la posesión. Sin embargo, el juego se proyectó desde la derecha con una Alharilla que se mantuvo omnipresente a lo largo de su carril, tanto defensiva como ofensivamente. A través de sus incorporaciones llegó el primero del choque. La capitana mandó un balón largo que Toletti, protagonista contra el Celtic tras dar una asistencia y marcar un gol, se encargó de controlar el esférico y dejársela en bandeja a una Leire Baños que aprovechó la falta de entendimiento entre Leine, Hansen y Joramo.

La centrocampista anotó el primero del encuentro poniendo la puntera de la bota. Fue suficiente para superar a Nostmo y allanar el camino hacia la Ronda 2. No obstante, la lesión de Natasha Andonova a los veinte minutos desestabilizó a un Levante que perdió a una de las que tiene más capacidad para dinamizar el juego. Su ausencia la ocupó una Silvia Lloris que pisó área rival de manera constante, siendo de las más incisivas de las granotas. Mientras, el Rosenborg apenas disfrutó de situaciones beneficiosas. La más peligrosa, un disparo en cómoda ventaja de Utland que mandó por encima de la portería defendida por María Valenzuela.

Ante la falta de oportunidades, las noruegas asumieron riesgos y dieron un paso al frente cuando salieron de vestuarios. Empatar fue la prioridad y las ocasiones fueron repetidas. Sobre todo al contragolpe. Olsvik, muy incisiva en labores atacantes, fue un quebradero de cabeza para unas granotas que sufrieron un susto en el minuto cincuenta y cinco. La defensa Leine marcó en el cincuenta y cinco tras botar un córner, pero su diana no subió al luminoso por falta en ataque. No en vano, la lateral continuó su camino mientras el Levante no se encontró cómodo. De sus incorporaciones más peligrosas, la más destacada fue un centro potente, tras internarse en el área, a una Utland que no imprimió bien el envío, pero el premio del empate lo encontró la delantera a quince minutos del final. Un centro desde la derecha de Hansen lo remató en boca de gol.

El Levante tuvo que cambiar la forma de afrontar el partido. Las noruegas llevaron el enfrentamiento hacia su terreno, pero no contaron con el factor del infortunio. Olsvik, que fue de las mejores del Rosenborg, se disfrazó de demonio después de equivocarse a la hora de ceder el balón a su línea defensiva. A su equipo le duró la alegría exactamente tres minutos, y el error fue castigado por Toletti, una de las jugadoras de esta edición de la Champions. Oliendo la sangre, la francesa cumplió con lo que le pide su entrenador: estar cerca de la portería. Por ello, la futbolista no falló, mandando al fondo de las mallas el dos a uno al luminoso, aunque la felicidad fue eliminada cuando, a falta de poco para la finalización del choque, Blakstad lo envió a la prórroga.

No obstante, los treinta minutos adicionales tuvieron nombre y apellidos. Gio Queiroz agitó un duelo sufrido en múltiples tramos del mismo. En una prórroga en la que la imprecisión de ambos fue fruto de la tensión y nerviosismo sobre el verde, la brasileña marcó diferencias. En el 105, controló un balón largo, se deshizo de Varhus y Bradgstad y regateó a Nostmo para poner a las suyas en ventaja. Y cinco minutos después, la clavó en la mismísima escuadra tras recortar, desde la esquina del área del Rosenborg, con un exquisito golpeo. Utland metió picante en los últimos compases recortando el marcador con el 4-3, pero el Levante supo defender un resultado que vale su peso en oro. La fase de grupos de la Champions está a una sola eliminatoria. Ahora, solo queda soñar con seguir disfrutando del torneo de las estrellas.