El Levante, pese a que no conozca todavía la victoria en la presente temporada, puede presumir de tener en su plantilla a un futbolista que, más allá de su juventud, demuestra estar plenamente capacitado para competir en la élite del fútbol español. Es uno de los nombres del momento en clave levantinista tras mostrar sus credenciales en los cinco partidos que llevamos de campaña. Después de curtirse a nivel profesional de la mano del Mirandés, Pablo Martínez llega a Orriols para quedarse debido a sus apariciones tras volver de cesión.

El futbolista madrileño, titular en los dos últimos encuentros de LaLiga Santander, va a ritmo de convertirse en una pieza importante en los planes de Paco López. Los números del ‘25’ frente al Elche, en cuanto a despliegue físico, no solo le refuerzan, sino que están varios peldaños por encima del resto de sus compañeros, haciendo 11.467 kilómetros tras disputar los noventa minutos en el Martínez Valero. Se mostró omnipresente en la medular, con presencia en tres cuartos de campo e implicado en labores defensivas, encargándose de su zona de influencia y, además, dando dos pases clave. Uno menos que Morales y los mismos que Clerc, que fueron los que más veces propiciaron ocasiones de ventaja. Una carta de presentación positiva para aprovechar las bajas de Melero y Campaña por lesión.

Sin embargo, sus estadísticas en el duelo contra los ilicitanos confirman que Pablo Martínez está progresando futbolísticamente, aunque donde más destaca es en cuestiones de madurez e implicación. El '25', de hecho, ya asume responsabilidades en acciones a balón parado. Anduva, hábitat de su cesión, fue una buena escuela para su crecimiento. Allí realizó grandes actuaciones a lo largo de los treinta y ocho encuentros que disputó, donde anotó tres goles y dio una asistencia. Todo, participando en distintas posiciones: mediocentro ofensivo (su preferencia), mediocentro, ambos extremos, interior derecho e, incluso de delantero. Fue, además de su bautismo, la oportunidad para demostrar. Y la élite, de la mano del Levante, se la ganó a través de trabajo, sacrificio y, además, demostrando detalles de mucha técnica y calidad.

Ahora, Pablo Martínez tiene en su mano ganarse a un Ciutat de València que ya simpatiza con el joven futbolista. Su actitud y su rendimiento, según sus números tanto en Segunda División como en su vuelta a Orriols, le auguran una etapa prometedora como levantinista. El enfrentamiento contra el Elche puso en el mapa al madrileño gracias a una actuación que retumba en el ecosistema granota, y ante las múltiples bajas en la medular, se presenta no solo como una alternativa, sino, también, como una solución. El centrocampista, que cuenta con el agrado y beneplácito de Paco López, está listo para el desafío de competir con solvencia y garantías en la élite. Contra el Celta tendrá una nueva oportunidad para ponerse en el escaparate y, por consiguiente, ayudar al Levante a ganar.