El Levante, diez días después de su última puesta en escena en casa, regresa a su hábitat natural con los rescoldos humeantes de los pitos que sufrió frente al Rayo Vallecano, que asomaron cuando el equipo mostró debilidad en los últimos coletazos de encuentro y que alcanzaron elevados decibelios en el momento en el que Sergi Guardiola perforó la portería de Aitor Fernández. El Ciutat de València, apasionado cuando su conjunto le da argumentos, y de sangre caliente cuando no detecta ni estímulos ni motivaciones a las que aferrarse, volverá a abrir sus puertas a los de Paco López consciente de que existe una línea muy fina entre la calma y la tempestad. Después de cinco duelos disputados en LaLiga Santander, la primera plantilla desconoce cómo es la sensación de la victoria, y aunque se trate de los primeros compases de la temporada 21/22, existe la necesidad de romper con los fantasmas del final del curso pasado y de quitarse las espinas que se clavaron, más allá del poste de Cantero contra el Real Madrid, tras los empates contra el Cádiz y frente al Rayo en el último aliento. Pese a los aires de enfado con los que se fueron los aficionados en el último envite jugado en Orriols, el Ciutat de València siempre brinda nuevas oportunidades, y espera con ansia que esta noche sea la definitiva para volver a celebrar junto a los suyos.

Previa Levante

La plantilla comandada por el técnico de Silla quiere dar el golpe que necesita en forma de triunfo, con la única intención de que la credibilidad aumente en lo que a términos de capacidad y potencial se refiere. Un equipo talentoso al que el aspecto mental le ha pesado en los primeros compromisos de competición. No en vano, contra el Elche se vio a un Levante más fuerte de mente que, aunque sin acierto de cara a portería, estuvo un peldaño por encima de su rival. Ante el Celta de Vigo, Paco López, reforzado después de que Quico Catalán pusiera la mano en el fuego por él de manera pública ante las dudas generadas en el entorno granota, buscará los tres puntos apurando hasta el final las opciones de contar con Gonzalo Melero, tras descartar a Malsa de la ecuación por una lesión en el sóleo derecho. El centrocampista se retiró el pasado viernes del entrenamiento por unas molestias musculares que, según las pruebas médicas efectuadas en el día de ayer, descartaron lesión. Sus sensaciones determinarán su disponibilidad, mientras Jorge De Frutos ya está listo para volver al ruedo competitivo tras superar recientemente su esguince de rodilla.

Si en Orriols se respira necesidad por ganar, en Vigo se suben por las paredes. Un único punto de quince posibles es lo que registra el Celta en su casillero. Un inicio liguero que casa con el peor de su historia, correspondiente a la temporada 82/83 y que llevó a los gallegos hacia el descenso de categoría. De hecho, en Balaidos se abren interrogantes. Sobre todo, sobre la figura de Eduardo Coudet, que después de reconocer abiertamente en rueda de prensa que nunca estuvo cinco partidos sin ganar como entrenador, vuelve al punto de partida. A la 'obligación' de recuperar el crédito perdido. Para asaltar territorio azulgrana, el Celta no solo moverá su once introduciendo cambios con respecto al Cádiz como Néstor Araujo, Nolito o Brais Méndez, sino que se agarrará a unos precedentes incomparables. Desde que el cuadro celeste ascendió a la élite en 2012, y salvo en 2019, solo sabe que ganar en el Ciutat.

Más allá de que los últimos resultados sean claramente favorables para el Celta, Orriols apretará para cambiar la tendencia y que el clima sea beneficioso. El Levante tiene quilates suficientes como para conseguir un triunfo que, además de ansiado, es necesario. Así se lo hará saber su afición, que premia en grandes cantidades a los suyos cuando lo merecen. El Ciutat de València ya cuenta las horas para acompañar a los suyos hacia el primer triunfo del curso.