El peor estadio para volver a ganar

La derrota contra el Celta de Vigo obliga al Levante a rectificar su dinámica para no desviarse de su camino, pese a que quede trayecto por recorrer, hacia la permanencia y así apagar las alarmas. Una racha tan negativa como la que sufre el conjunto levantinista tiene la urgencia de revertirse cuanto antes. Sin embargo, el escenario en el que jugarán este fin de semana los de Orriols, tal y como indican los precedentes, es el más inapropiado pese a que Paco López, independientemente de que no registre ninguna victoria en los seis partidos transcurridos de LaLiga Santander, tenga la condición de ‘matagigantes’. 

El Levante, a lo largo de sus ciento doce años de historia, ha sido capaz de conquistar el Santiago Bernabéu, el feudo del Atlético de Madrid y el Ramón Sánchez Pizjuán, estadios de los clubes que quedaron entre los cuatro primeros y que habitualmente disputan la Champions League, pero nunca fue capaz no solo de conseguir la victoria, sino de puntuar en el Camp Nou. En la élite del fútbol español, el cuadro levantinista nunca sacó nada positivo en términos de puntuación. Visitó la casa culé en diecisiete ocasiones y siempre sucumbió. Estadísticas que juegan en contra de los intereses de los granotas.

No obstante, desde que Paco López es entrenador del Levante, siempre se marchó del Camp Nou con la miel en los labios. En 2019, de hecho, estuvo a punto de posponer el alirón del Barça ante su público, en un encuentro en el que el cuadro de Ernesto Valverde, quien fuera técnico culé en aquel entonces, venció por la mínima (1-0) encerrándose atrás en los últimos minutos. En 2020, con Quique Setién al frente, el choque se dividió en dos partes: la primera fue para el FC Barcelona y la segunda para el Levante. Ansu Fati, mediante un doblete, encaró el compromiso hacia sus intereses, pero los de Orriols, en los segundos cuarenta y cinco minutos, dieron un paso al frente. Rúben Vezo, desviando un disparo desde la frontal de Rochina, recortó las distancias en el luminoso (2-1) en el descuento, después de que el Levante gozase de oportunidades claras para meterse en el partido. En cambio, la temporada pasada, los granotas aguantaron el tirón durante setenta y cinco minutos. Una pérdida de Malsa en campo propio fue castigada por Leo Messi, quien cruzó el esférico para mandarlo al fondo de las mallas (1-0), inalcanzable para Aitor Fernández.

Pese a ello, el Levante tiene el 'alivio' de que el futbolista argentino, su bestia negra, no vista la elástica del Barça a día de hoy. Catorce goles y diez asistencias son los números que regrista el jugador del PSG ante el conjunto dirigido por Paco López. No en vano, la crisis deportiva e institucional en la que se encuentra sumergida abre un hilo de esperanza para extraer un buen resultado, que sin duda, calmaría las aguas en la parroquia del Ciutat de València.