Evasión o 'Vitoria' con mucho en juego

El conjunto de Javi Pereira busca en Vitoria dar el golpe definitivo para frenar la negativa racha y conseguir un triunfo vital, ante un Alavés que vive su mejor momento de la temporada

El primer triunfo de la temporada no debe esperar más, ya que una derrota antes del parón de selecciones podría ser demoledora.

El primer triunfo de la temporada no debe esperar más, ya que una derrota antes del parón de selecciones podría ser demoledora. / JM LÓPEZ

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Ningún aficionado levantinista, independientemente de las características que atesore, imaginó ver a su equipo, talentoso y vicioso a partes iguales, en la segunda plaza más honda de la Primera División transcurridas doce jornadas, sin haber vivido en sus carnes el disfrute que supone cantar una victoria y frustrado por la racha no solo de resultados, sino de sensaciones, que arrastra su equipo. El final del enfrentamiento contra el Granada destapó el enésimo malestar de un sector que, por momentos, piensa que lograr un triunfo es equivalente a escalar el Everest tras haber sufrido distintos amagos de reacción que quedaron en vano.

La derrota del pasado lunes, sin duda, la más sonrojante del curso por las formas y el marcador, abrió el debate de si el grupo de futbolistas que representa al Levante tiene la capacidad de competir en la élite del fútbol español, pero la misma plantilla granota, rabiosa tras vivir batacazos de manera regular, busca su redención particular. El impulso que sirva para proyectar un mensaje de optimismo, confianza y tranquilidad. Que nada está perdido y que aún queda margen para revertir la situación. El fútbol, como la vida, brinda segundas oportunidades, y el Levante, consciente de la espinosa circunstancia en la que se encuentra, no quiere tropezar nuevamente con la misma piedra. Mendizorroza como punto de partida y, sobre todo, de inflexión de cara al reto de quedarse en Primera.

Onces probables.

Onces probables. / SD

El mundo del balompié, pese a su frenetismo y sus niveles de alta tensión competitiva, siempre da el beneplácito de rectificar errores y a su condición se amarra Javi Pereira, quien, en la rueda de prensa previa, entonó el mea culpa con respecto a la alineación que sacó en el último partido. El entrenador granota reconoció que se equivocó en el planteamiento, al igual que consideró que los goles encajados en los primeros minutos le impiden desarrollar su idea de juego en plenas condiciones. Pese a ello, es la base sobre la que el Levante quiere construir su primera victoria, a través de un once inicial que sufrirá variaciones. Una de ellas por obligación, ya que Carlos Clerc, reconvertido a central frente al Granada, no estará en Vitoria por molestias, al igual que Mustafi y Melero. Ambos encendieron un rayo de esperanza al haber entrenado con el grupo a mediados de semana, pero sus cargas de trabajo fueron menores a las del resto de sus compañeros. Como medida preventiva, no estarán listos hasta después del parón, mientras que Radoja sí se vestirá de corto ante un rival que está al alza. 

Buen momento

Para el Levante visitar el feudo babazorro no es plato de buen gusto. De hecho, veinticinco años han pasado desde la última vez que las barras azulgranas salieron victoriosas de Mendizorroza. Desde que regresó a la máxima categoría del fútbol español en 2016 solo ha sumado un empate. Fue el año pasado y tuvo sabor agridulce, ya que remontaron un uno a cero en contra y, a pocos minutos del final, les igualaron en el luminoso. Sin embargo, el conjunto de Javi Calleja, después de un inicio de liga insuficiente, más allá del oasis que supuso ganar al Atlético de Madrid, se encuentra en su mejor momento. Siete puntos de nueve posibles, uno de ellos en el Camp Nou, son los números que le han catapultado hasta las posiciones de la clasificación que otorgan cierto alivio. Además, el ex entrenador del Villarreal comentó en rueda de prensa que Fernando Pacheco, uno de sus mejores jugadores, al igual que uno de los artífices de que el Alavés se haya quedado en Primera en los últimos años, está disponible para ponerse bajo palos tras superar un esguince de tobillo que le impidió estar la semana pasada contra el Barça. No obstante, el entrenador madrileño mantiene su confianza intacta en Sivera después de su notable actuación ante el cuadro azulgrana.

Más allá del momento del rival, el Levante no quiere entender de dinámicas. Se niega a prolongar una de las peores rachas de su historia. Ante el Alavés, cuatro puntos por encima y que cayó en descenso tras la victoria del Cádiz en San Mamés, los de Javi Pereira quieren dejar las malas vibraciones atrás para no solo lograr una victoria trascendental, sino también para otear un futuro más optimista