La derrota en el Benito Villamarín acabó con todo y con todos. Algo más de siete horas de Consejo en el Ciutat de València terminaron por confirmar los despidos de Javi Pereira, a quien tres puntos de 21 posibles le muestran el camino de salida, y de una dirección deportiva culpable por la elección del técnico.
La apuesta fue contundente, arriesgada y el tiempo ha sido soberano. Algo más de un mes después, el entrenador que viajó desde China para sacar al Levante de la UCI se marcha con el equipo aún más enfermo y con el puesto de Manolo Salvador, David Navarro y Manu Fajardo por delante.
El Consejo de Administración dictó sentencia y la respuesta fue contundente. A grandes males, grandes soluciones. Y no hay nada más radical que cambiar absolutamente con todo. Con un mercado de fichajes en enero a la vista en el que hay que vender por valor de diez millones de euros y con cero victorias en quince partidos. No hay vuelta atrás. La moneda se ha lanzado al aire por segunda vez este curso y la primera ya salió cruz tras el cambio de Paco López.
El Consejo de Administración se reunió ayer con muchos frentes abiertos. Análisis del técnico, de la dirección deportiva y de un proyecto que se tambalea. En un vaivén de entradas y salidas, David Navarro y Manu Fajardo se marchaban del Ciutat de València a media tarde con la mente puesta en el duelo de Osasuna. Pero faltaban varios capítulos más. Un rato después aparecieron ambos y también Manolo Salvador para dar explicaciones y ser escuchados por el Consejo. Este último solo confirmaba la situación. "Nos han llamado para que demos nuestra opinión", explicaba. La tarde se alargó y entrada la noche los tres abandonaban el estadio.
Pereira no era el único culpable
A su salida del estadio, David Navarro no dio demasiadas pistas sobre las decisiones tomadas en las primeras horas. ”Cuando no se gana... Con trabajo todo sale", afirmó el miembro de la dirección deportiva granota. Sobre Pereira reconoció que "no hay nada" y trató de restarle importancia a las reuniones. "No he hablado con nadie". Pero la suerte estaba echada.
El técnico nunca dio con la tecla y no se vio rastro del efecto que necesita el equipo, que mejoró ligeramente, y depende en qué partido, sin resultados sobre el verde. Y a partir de ahí la realidad es muy clara. Apostar por él fue decisión del área deportiva. Por ello David Navarro, Manu Fajardo y Manolo Salvador, aquellos que pusieron su nombre encima de la mesa y que no tienen excusas pese a los problemas económicos de la entidad, cayeron tras Pereira. Era un causa efecto y ellos mismos sabían con el nombramiento que el riesgo solo tenía dos polos. El primero, si salía bien, les daba más fuerza porque la apuesta era muy fuerte. El segundo, como así se ha dado, era que con el despido del técnico ellos también se marchaban por la puerta.
¿Y ahora qué? Turno para Lisci
En dos días viene la Copa del Rey y un partido contra el Huracán Melilla que supone incluso un problema en mitad del desierto. Ni mucho menos hay ilusión por una competición que marcó el antes y el después de esta plantilla, el anterior técnico y del área deportiva hasta ayer mismo. Y una vez la nómina de víctimas sigue aumentando, los jugadores tampoco se salvan de una situación que deben salvar y que ayer, como también se habló en el Consejo, también apunta al verde. De momento Lisci se hará cargo del equipo.