Despedida amarga para Pereira

El entrenador estaba molesto por las sospechas sobre su profesionalidad y así se lo hizo saber al presidente de la entidad

Así fue la despedida de Javi Pereira del vestuario del Levante UD

Así fue la despedida de Javi Pereira del vestuario del Levante UD / JM L—pez

Alessio Lisci se puso este martes al mando del entrenamiento del Levante UD para preparar el partido de Copa contra el Huracán Melilla. Sin embargo, la expectación no estuvo en el campo ni en el recibimiento de los jugadores, que ya estuvieron a sus órdenes tras la destitución de Paco López durante el periodo en el que Javi Pereira tramitaba su salida de China.

Fue en lo que pasaba dentro del vestuario donde se posaron todos los focos. Por allí desfilaron, para despedirse de la plantilla y los empleados, los damnificados de la noche de cuchillos largos: el entrenador Javi Pereira y el triunvirato del área deportiva que formaban Manolo Salvador, David Navarro y Manu Fajardo. La de este último, por ser quien más relación directa tenía en el día a día con los jugadores, fue a nivel particular una de las más sentidas en la caseta. También estuvo presente Quico Catalán.

Fue una mañana muy complicada y de sensaciones encontradas, aunque las visitas fueron rápidas. En el caso de la del área deportiva más protocolaria después del mazazo de su destitución después de tres años y medio. La del entrenador, que apenas ha durado dos meses, fue más llamativa. Javi Pereira, molesto por las sospechas que se han sembrado sobre su profesionalidad y la del cuerpo técnico con independencia de los resultados, habló en privado con distintos empleados y las cámaras captaron también un aparte con el presidente.

La relación entre ambos, que fue cordial durante la concentración en El Saler, se fue enfriando tras el partido contra el Athletic Club, algo que había ocurrido antes con otros miembros del Consejo. Con el área deportiva fue parecido. Y es que la situación, en especial desde el viaje de vuelta de Sevilla, se había vuelto insostenible.

Sorpresa en el vestuario por la destitución de Pereira

Pese a no haber sido capaz de cambiar la trayectoria deportiva, el vestuario también recibió con sorpresa la destitución. Pereira, consciente de las discrepancias que generó su fichaje en el Consejo de Administración, se dirigió a los jugadores y les pidió que no se sintiesen responsables del fatal desenlace.

Su mensaje fue que los cambios habían empezado a dar resultado en los dos últimos partidos, que los veía preparados para competir y que estaba convencido de que iban a conseguirse los objetivos. En la plantilla granota la valoración general de su trabajo es positiva aunque sorprendieron algunas de sus decisiones desde el banquillo, en especial la última convocatoria y que solo hiciera un cambio contra el Real Betis. Eso, y los resultados, terminaron por dejar KO a un entrenador que llegaba para arreglar la situación y que no cambió los resultados.