La hora de la verdad en Orriols

Los de Alessio Lisci tienen por delante once jornadas en las que dar un paso al frente. Alavés y Granada son partidos marcados en rojo

El Levante suma siete puntos de los últimos nueve y quiere aprovechar su inercia.

El Levante suma siete puntos de los últimos nueve y quiere aprovechar su inercia. / JM López

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Levante, después de haber recortado seis puntos con los puestos de salvación, tiene la autoestima por las nubes y cree, más que nunca, en sus posibilidades de quedarse en la élite del fútbol español pese a que, tras caer contra el Betis, los ánimos estuvieron al borde del desfallecimiento. Conquistar el Wanda, salir vivos de Balaídos y sacudir al Elche fueron los síntomas de mejoría que ratifican la vuelta de tuerca que ha cogido el equipo. Sin embargo, por delante quedan once jornadas en las que tendrá que seguir dando pasos al frente, reducir al mínimo su margen de error y, sobre todo, vencerle el pulso a sus competidores. Alavés, Cádiz, Granada, Mallorca y Getafe, a una distancia de nueve unidades con respecto a los granotas, serán, a priori, los rivales a batir para salir de las posiciones más ardientes de LaLiga Santander, en la que será una batalla trepidante por la salvación.  

Sin embargo, de los cinco equipos, el Levante ya ha jugado contra tres de ellos, y en un calendario en el que tendrá que hacerle frente a conjuntos de notable nivel como Sevilla, Real Sociedad, Real Madrid, Barcelona o Valencia, los enfrentamientos ante el Granada (jornada 32) y Alavés (jornada 37) están marcados a fuego en el almanaque levantinista. De hecho, el cuadro nazarí, que lleva ocho encuentros sin conocer la sensación que produce conseguir tres puntos, es quien marca la frontera de la salvación y que, a día de hoy, está a siete tras el empate que logró el lunes por la noche ante el Cádiz: otro equipo al que le resta un calendario exigente. Además, los andaluces tienen a su entrenador en la cuerda floja. Pese a que la directiva granadino le haya ratificado en el puesto, Robert Moreno pende de un hilo, y el resultado que obtenga el sábado en Mestalla será clave para determinar qué deparará su futuro.

Más allá de lo que decrete la calculadora y de cuál será el umbral de la salvación, el Levante no quiere mirar de reojo a sus enemigos y se centra en sí mismo, con la mira depositada en el próximo choque en San Mamés. Sin embargo, es consciente de que su margen de error deberá ser mínimo para batir a sus adversarios y lograr el objetivo.