El entrenador del Levante, Alessio Lisci, celebró muy comedido el importante triunfo de su equipo en Los Cármenes. "No cambia nada, seguimos abajo y solamente podemos pensar en el siguiente partido contra el Sevilla. Aún queda mucha Liga. Nos dieron por muertos muchas veces, pero habríamos seguido vivos igualmente aunque no hubiésemos ganado", expresó el italiano, que se quitó todo mérito en la victoria para dárselo "a los jugadores por hacer un partido espectacular, muy acertados y con un esfuerzo descomunal".