Quico Catalán respalda a Mehdi Nafti

El presidente estuvo en la primera sesión en Buñol para trasladar unión y confianza en el entrenador, mientras el equipo, consciente de la situación, se la juega este domingo

Nafti, en Buñol.

Nafti, en Buñol. / Francisco Calabuig

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El partido frente al Racing de Santander se postula como la primera final de la temporada. Caer en el Nacional de Andorra encendió las alarmas tanto en los alrededores del Ciutat de València como en sus profundidades. La derrota del pasado sábado provocó una preocupación en todos los componentes que rodean al Levante, que están siendo testigo de cómo un equipo llamado a ascender a Primera División, por la calidad y el potencial que atesora, está lejos del sueño de volver a la élite. Los focos apuntan al duelo del domingo, mientras la plantilla se conciencia de la importancia del encuentro a la vez que Mehdi Nafti continúa en el disparadero. No solo por su pobre puntuación (diez puntos de 24 posibles), sino por las sensaciones y la falta de claridad en sus planteamientos. Situaciones que lo colocan en el punto de mira de las críticas.  

Sin embargo, lo más destacado de la primera sesión de la semana del Levante en Buñol fue la presencia de Quico Catalán. Escena nada sorprendente, ya que suele acudir a la Ciudad Deportiva para ver a la primera plantilla de vez en cuando, pero sintomática debido a la crisis en la que está el equipo. El presidente levantinista quiso mostrar todo su apoyo a Nafti y le trasladó su confianza para revertir el delicado contexto en el que se encuentra el Levante: duodécimo en la clasificación, a seis puntos del ascenso directo, a ocho del liderato y a cuatro unidades de los puestos de descenso.

La derrota contra el Andorra, después de que el tropiezo ante el Cartagena se catalogase como un accidente, y de que el punto en Burgos se interpretase como la base sobre la que reaccionar, hizo que el vaso de la paciencia se derramase por completo. No obstante, desde las profundidades del club se pide tranquilidad, aunque el escenario provoque tensión y nerviosismo. El cuerpo técnico, a su vez y consciente de que el partido ante los de Eder Sarabia se escapó por errores infantiles, se siente con fuerzas y quiere quitarse la espina del pasado sábado ganando al Racing de Santander, al igual que la plantilla estrecha filas para lograr un triunfo que instaure cierta tranquilidad. El enfrentamiento del próximo domingo, sin duda, marcará el futuro más inmediato.