Quico Catalán: "¿Miedo a represalias? Ninguna"

El vicepresidente de LaLiga habla de la posibilidad de parar la competición como una postura en firme de los 39 clubes que se oponen al Proyecto de Ley del Deporte

Quico Catalán, en la entrevista con Super

Quico Catalán, en la entrevista con Super / Francisco Calabuig

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Proyecto de Ley del Deporte, a la cual se oponen 39 de 42 clubes de LaLiga, coge forma y deja de ser una utopía en el mundo del fútbol español. El Congreso ignoró la petición de los conjuntos que están en contra de la reforma y el texto podría ser aprobado en la reunión de la Comisión del día de hoy, aunque aún puede ser modificado por la Comisión de Cultura y Deporte o por el Senado. En el caso de que se produzca el visto bueno, los oponentes no solo amenazan con llevar a cabo una huelga, sino que tienen la firme postura de paralizar la competición ante lo que consideran que es un atentado contra la política de desarrollo y crecimiento que tienen entre manos. El vicepresidente de LaLiga, Quico Catalán, tiene claro que si desde la negociación conciliadora no existe una solución, interrumpirán la competición. 

«No sé qué mecanismo va a ser, pero si desde el diálogo y desde la negociación no encontramos una solución a esta postura que hoy manifiesta el Gobierno, va a haber mecanismos de contundencia y de unidad por parte de los clubes. Seguro. Pondremos armas a destruir nuestro modelo y no podemos. No podemos permitir que alguien quiera destruir nuestro modelo de esta forma que entendemos que es totalmente injusta», comentó el vicepresidente en declaraciones exclusivas para Superdeporte.

De hecho, Quico Catalán no le teme a consecuencias procedentes de altas esferas a nivel gubernamental al considerar que paralizar LaLiga es un símbolo de protesta y reivindicación. Además, no entiende sobre qué fundamentos se pretende quitar las tres enmiendas que, según los 39 clubes protestantes, perjudican a la evolución del campeonato. Sobre todo, desde la indignación de que escuchan a solo tres organismos futbolísticos y se desestiman sus argumentos de defensa para que el Proyecto de Ley de Deporte no se modifique. «¿Miedo a represalias? Ninguna. Reivindicamos algo que es justo y que es coherente. Que es necesario. ¿Por qué hay que quitar informe vinculante? ¿Por qué hay que incluir tres fases en favor de un proyecto en favor de una futura Superliga? ¿Por qué no se le dan los mismos derechos a las ligas profesionales que sí se les reconocen a las federaciones? A nosotros nos parece muy bien que a las federaciones se les otorguen unos derechos en esa ley. Es justo y es necesario. Pero... ¿Por qué a las ligas no? Le doy la vuelta. ¿Por qué tratar esta ley que perjudica gravemente el modelo de negocio establecido por LaLiga? Que alguien nos explique. ¿Alguien ha dado un argumento convincente y sólido para comprar que todo esto desaparezca en este proyecto de ley? No he oído a nadie. Aún no he oído a nadie que tenga algún argumento sólido que diga que los 39 clubes que están en contra no tienen razón», comentó Quico Catalán en SUPER. 

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.

Florentino Pérez, presidente del Real Madrid. / REUTERS

La postura de Quico Catalán

La postura de Quico Catalán, es más, es respaldada por los efectos que temen si se cambia la Ley del Deporte. El primero, la inseguridad jurídica, que puede suponer un agravio que solo se entiende desde la intención de someter a LaLiga y a sus clubes a la voluntad de intereses de terceros. La segunda, la eliminación de una de las enmiendas que beneficia a la creación de la Superliga. El nacimiento del proyecto impulsado por Florentino Pérez tendría efectos económicos devastadores, ya que se traduciría en un detrimento de más de 9.000 millones de ingresos totales, al igual que la pérdida de cientos de miles puestos de trabajo y la reducción a la recaudación fiscal. Y, sobre todo, el impedimento a explotar unos derechos comerciales que dificultarían una liga competitiva.