La condición de invicto como base de mejora

Los doce encuentros sin perder no son fruto de la casualidad para un conjunto que, con Javi Calleja, cotiza al alza. Sin embargo, le queda dar el paso definitivo: asaltar el ascenso directo

El Levante sabe lo que es reaccionar a una mala racha tras escalar hacia la tercera plaza de la competición. Su idea de dominar los partidos es clara, aunque el reto es asaltar el ascenso directo.

El Levante sabe lo que es reaccionar a una mala racha tras escalar hacia la tercera plaza de la competición. Su idea de dominar los partidos es clara, aunque el reto es asaltar el ascenso directo. / Francisco Calabuig

Rafa Esteve

Rafa Esteve

Pese a que el Levante cuente los días para cerrar un 2022 amargo, el club tiene argumentos sobre los que volver a ilusionarse. El objetivo de ascender a Primera División es el aliciente de un curso deportivo que arrancó de manera decepcionante, pero que, con el transcurso de las jornadas, se ha ido redirigiendo. La primera vuelta, así y todo, se cerró sin estar entre los dos primeros. En Orriols, conscientes de lo caprichosa que puede ser la categoría de plata, no se quieren desenvolver en un escenario que no sea el de subir a la élite de manera directa. No obstante, la sensación es la de que el Levante va por el camino correcto, independientemente de los aspectos que tenga por pulir, ya que cuenta con una racha de encuentros sin perder que le dan credibilidad en su discurso de querer competir entre los mejores la próxima temporada. Doce partidos invicto en LaLiga SmartBank, dos encuentros coperos saldados con victoria y margen para mejorar. De eso son conscientes en el Ciutat de València. Sin embargo, la base es notable.

La llegada de Javi Calleja, transitada de la mano de Felipe Miñambres con la tranquilidad, e incluso la comodidad, de conseguir dos triunfos de forma consecutiva, ha dado estabilidad a un equipo que se siente fuerte al ver cómo su trabajo semanal se corresponde con su escalada hacia la parte alta de la clasificación. Desde el aterrizaje del entrenador madrileño a Orriols, el Levante pasó de tener los puestos de descenso a dos puntos a cerrar la primera vuelta de competición a ver el liderato a dos unidades de diferencia. 10 de 27 acumuló antes de que se tomara la decisión de cambiar de técnico a sumar 26 de 36. Una puntuación con la que ha pasado de situarse en decimoquinta posición a dar el salto a la tercera plaza. No obstante, al Levante todavía le queda dar el salto definitivo: asaltar uno de los dos puestos de ascenso directo a Primera División.

A los pupilos dirigidos por Javi Calleja aún les falta dar el salto a los lugares que le permitirán, una vez finalice la 22/23, competir en la élite de manera segura. Estuvieron cerca de conseguirlo en los partidos contra Las Palmas, ante la Ponferradina y frente al Eibar. No en vano, al entrenador levantinista, el primero en decir que el objetivo de subir a Primera se trabaja en el largo plazo, no le preocupa. «Sin estar dentro de los dos primeros, las sensaciones son muy positivas y estoy convencido de que, con lo que estamos haciendo, el equipo ascenderá. No me preocupa no estar en puestos de ascenso directo ahora. Queda una segunda vuelta muy dura. Me quedo con el trabajo del equipo, el buen juego. En esta línea estamos convencidos que estaremos entre los dos primeros», aseguró tras empatar contra el Eibar. Por el camino, triunfos para enmarcar como el que se logró ante el Ibiza, el que se logró frente al Albacete o contra el Alavés. Y aunque al Levante le falte dar el salto, la sensación es que el trayecto es el adecuado.