Una noche de las grandes

Orriols se prepara para vivir una auténtica batalla por el ascenso y sueña, sin importar las bajas, con apartar de su camino a un rival directo por subir

El Granada de Paco López pone en peligro la racha de un Levante que quiere seguir soñando y demostrando todo el potencial que atesora.

El Granada de Paco López pone en peligro la racha de un Levante que quiere seguir soñando y demostrando todo el potencial que atesora. / Fernando Bustamante

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El fútbol, acostumbrado a ser un foco de sentimientos y emociones, está habituado a darle la razón a un Levante que se mantiene firme en su candidatura al ascenso. El sueño, transformado en ilusión, de competir la próxima temporada en Primera División adquiere fuerza a base de argumentos. La racha de encuentros sin perder, 16 entre LaLiga SmartBank y la Copa del Rey, es el gran valedor del conjunto dirigido por Javi Calleja. Que aunque desconozca cuáles son las sensaciones de arrancar una jornada de competición en ascenso directo, va a seguir picando piedra para subir a la élite del fútbol español. «No miramos rachas. Nos centramos en cada encuentro. La mentalidad del equipo es muy fuerte, son ganadores. No se creen más que nadie, pero tampoco menos. Hay mucha competencia y exigencia. Llevamos una racha buena de resultados y queremos continuar así». Las palabras del técnico granota, en la previa del encuentro ante el Granada, refuerzan a un grupo fuerte en todos los sentidos. Tanto física como mentalmente. No obstante, quiere derretirse alimentándose de momentos inolvidables, en un camino cuya línea de meta es el premio de bañarse en oro el curso que viene. El Ciutat de València, por ello, calienta motores para vivir una noche que aspira a ser eterna, ante un cuadro nazarí, rival directo en el objetivo por el que se suspira en Orriols, en línea ascendente y que peleará para no ser víctima de un estadio que no solo no entiende de situaciones imposibles, sino que es capaz de ganar partidos.

Recién descendidos desde la máxima categoría del fútbol español, Levante y Granada se preparan para protagonizar un choque de altura, pero que, más allá de su elevado nivel competitivo, tiene un cúmulo de alicientes que estarán sobre la mesa cuando el balón empiece a rodar. Javi Calleja sabe de primera mano que su centro del campo contará con ausencias significativas. Después de ver la quinta amarilla en El Molinón, Joni Montiel y Pepelu no estarán disponibles. Y a pesar de que en Orriols se cruzaron los dedos para contar con sus servicios, el TAD denegó la cautelar y, por consiguiente, cometió la enésima injusticia contra Iborra. Tras el castigo impuesto por el Comité de Competición, y Apelación lo mantuviese, el club perdió su última bala por el ‘10’, que se perderá el duelo ante el Granada, contra el Atlético de Madrid en Copa y frente al Leganés. Una condena desproporcionada, sin fundamento al tratarse de una acción involuntaria (su empujón al colegiado del Levante-Getafe) y que anima, más si cabe, a pelear por los tres puntos ante el Granada.

Calleja tiene claras sus variantes, tanto a la baja del ‘10’ como a las de Pepelu y Montiel. Con la presencia de Pablo Martínez y el regreso de Campaña, Hugo Redón y Róber Pier, en modo pivote tras haber actuado en más de una ocasión en dicha demarcación, son las opciones para rearmar un equipo que se medirá a un técnico que no deja indiferente a nadie en el feudo de Orriols. Por primera vez desde su destitución en octubre de 2021, Paco López pisará el Ciutat de València para entrometerse en el trayecto del Levante hacia el ascenso a Primera División. Ilusionado con el desafío de devolver al Granada a la élite, pero sin olvidar lo mucho que le marcó su paso como técnico levantinista. De hecho, su huella es muy difícil de borrar. El entrenador nacido en Silla es el que más partidos ha dirigido al Levante en la máxima categoría y, a su vez, el que más victorias ha logrado a lo largo de cinco temporadas inolvidables. Sin embargo, y por encima de las estadísticas, su mayor logro fue dotar a sus plantillas de un estilo valiente y descarado, y de firmar gestas que forman parte de la eternidad granota. El 5-4 ante el Barça, el asalto al Bernabéu (1-2), la permanencia en Girona, la conquista del Wanda ante un Atlético intratable en su estadio (0-2), las semifinales de Copa del Rey... Una serie de momentos que se dejarán a un lado cuando el balón eche a rodar. El reto del ascenso, con sus subidones y altibajos, se alimenta de momentos, de victorias y de emociones. Por ello, el duelo ante el Granada no se debe escapar.