La Crida empieza en Orriols

El desafío de subir a Primera División no entiende de distracciones. El Ciutat acoge un partido clave para seguir arriba

Entrenamiento previo al partido de liga de este domingo 26 de febrero. Levante UD

Entrenamiento previo al partido de liga de este domingo 26 de febrero. Levante UD / JM López

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La ciudad de València cuenta las horas para darle color a sus calles. La Crida, a la vuelta de la esquina, dará inicio esta tarde a unas fiestas que encandilan a los valencianos. Las Fallas son, de hecho, uno de los principales motores de un territorio que destaca por su cultura y sus tradiciones. Incluso uno de los motivos para dar sentido a la rutina de la gente que vive contando los días para sentir, como si se tratase de la primera vez, de su gran fiesta.

Sin embargo, en Orriols también hay activada una cuenta atrás que está alejada de asuntos vitales, pero que, en clave granota, no tendría sentido si no se termina convirtiendo en realidad lo que es un auténtico sueño. Competir en Primera División es, además de la prioridad, la ilusión del levantinismo. Volver a codearse entre los mejores a nivel nacional. La razón de ser después de un curso para el olvido.

Por ello, el Levante, y todo lo que le rodea, se desentiende de festividades, y deposita todas sus energías en el encuentro contra el Lugo. El enésimo partido de carácter trascendental, en una temporada donde la igualdad en la parte alta obliga a ser más constantes que nunca.

Las lesiones en la retaguardia defensiva marcan una cita clave en los intereses granotas. Los de Javi Calleja deberán hacer frente al Lugo con Róber Pier como único central y con la libreta del técnico barajando posibilidades para que el rendimiento en la retaguardia no disminuya.

No obstante, el equipo es consciente de que tres puntos le pueden devolver a un puesto de ascenso directo que perdió tras empatar en el Toralín, aunque el Levante no quiere confiar en el mal estado de su rival. El punto ante la Ponferradina no solo fue un toque de atención, sino también una lección. Es momento de dar un impulso sin importar la Crida.