Multitudinaria y sentida despedida a Pedro Catalán

La Basílica de San Vicente Ferrer se llenó hasta la bandera para dar su último adiós a Pedro Catalán, en un acto sincero, emotivo y que sirvió de agradecimiento hacia el consejero

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La convocatoria de la misa funeral de Pedro Catalán tuvo una respuesta multitudinaria y a la altura del legado que dejó durante sus 75 años de vida. La Basílica de San Vicente Ferrer de València se llenó hasta la bandera para despedir al consejero del Levante Unión Deportiva, en una misa que arrancó a las 12:00, que duró más de una hora y que tuvo un goteo constante de asistentes. El presidente, Quico Catalán, recibió el cariño y afecto de todos los que acudieron a la misa para darle el último adiós a su padre, a quien se le recordará siempre por entregarse en cuerpo y alma al equipo de su corazón y, sobre todo, por ser una persona de principios.

La Basílica estuvo hasta los topes. No cabía ni un alfiler. Todo lo que rodeó al acontecimiento, al igual que su transcurso, estuvo cargado de emotividad. Pedro Catalán bien lo merecía, que recibió el apego y la cercanía de innumerables personas en la mañana de su misa funeral. El poder de convocatoria, de hecho, fue más allá de los parámetros de la ciudad de València, ya que acudieron múltiples representantes de los equipos de Primera División y del mundo del fútbol. Entre ellos, la presidenta del Eibar, Amaia Gorostiza, el máximo mandatario del Rayo Vallecano, Martín Presa, o una representación del Espanyol. También del universo del fútbol sala, disciplina a la que tantas horas dedicó, y del mundo de la política y de la justicia de la Comunitat Valenciana.

Quico Catalán no se separó de sus familiares y allegados, pero también se sintió respaldado por la familia que creó desde que alcanzó la presidencia del Levante Unión Deportiva. Integrantes del primer equipo, como Javi Calleja, Vicente Iborra, Pepelu, Dani Cárdenas, Róber Pier o Postigo acudieron a la Basílica para despedirse de Pedro Catalán. Felipe Miñambres, director deportivo del club levantinista, no quiso perder la oportunidad de decirle adiós del padre del presidente. 

Leyendas como José Luis Albiol, Sergio Ballesteros o Juanfran también estuvieron presentes, al igual que Maider Castillo y Ruth García, quienes forman parte a día de hoy de la Secretaría Técnica del Levante Femenino. El Consejo de Administración, órgano junto con el que tanto trabajó para el crecimiento del Levante, asistió prácticamente en su totalidad para despedir a una persona trascendental en la historia del club, de la misma manera que lo hicieron representantes de la Fundación, como su presidente, Vicente Furió, o, por otra parte, el Presidente de Honor levantinista, Paco Fenollosa

El féretro de Pedro Catalán, cubierto con una flamante bandera del Levante y rodeado de múltiples coronas y ramos de flores, presenció las incontables muestras de cariño que recibió cuando la noticia de su fallecimiento supuso un revés en todos los que tuvieron el privilegio de conocerlo. De hecho, lo pudo comprobar mientras estuvo a los pies de la Virgen, ante una Basílica de San Vicente Ferrer que se llenó en su totalidad. 

Entró acompañado de seis íntimos amigos y de dos integrantes del Consejo, José Danvila y Braulio Pastor. La ceremonia fue concelebrada por siete sacerdotes, donde la homilía recitada estuvo llena de emotividad. Fue explosiva y sincera. No en vano, la afectividad estuvo en los discursos. Todos, con el agradecimiento por bandera. El hermano de Quico, Pedro Catalán, hizo hincapié en que todos cuidarán de su madre, antes de que el presidente del Levante cerrase el acto con un discurso que se tradujo en atronadores aplausos. «Mi padre se ha convertido en una leyenda. Ha estado quince años jugando finales y, menos esta, las ha ganado todas. Me gustaría que la gente me reconociese por ser el hijo de Pedro Catalán», aseguró, visiblemente emocionado, el presidente, para cerrar una ceremonia que terminó con los asistentes entonando el himno de la Virgen de los Desamparados. Nadie quiso perderse el adiós de Pedro Catalán, ya que todo lo que dejó en vida hace que su recuerdo y su legado sea para siempre.