Una batalla determinante

Las rachas en Segunda División sirven de poco. Lo que marca diferencias es la estabilidad y, sobre todo, la regularidad en cada uno de los tramos de competición. La categoría de plata, seguramente, sea una de las ligas más competitivas, e incluso injustas, del panorama futbolístico. Tanto por arriba como por abajo. La imprevisibilidad es una de sus mayores virtudes, pero Levante, que se sintió por momentos invencible a lo largo de veinte jornadas, no quiere caer dentro de la crueldad de LaLiga SmartBank tras haber marcado diferencias con una dinámica digna de ser elogiada. El fútbol, que al conjunto de Orriols le debe una tras el dramático descenso de la temporada pasada, siempre brinda segundas oportunidades y a eso se aferra el cuadro de Javi Calleja, que tras dos encuentros sin ganar, quiere volver a la senda de la victoria para ratificar su candidatura al ascenso a Primera División. 

El Levante quiere despejar dudas. Eliminar cualquier incógnita que ponga en tela de juicio el potencial de una plantilla diseñada única y exclusivamente para subir a la élite. Ahora más que nunca, en un momento donde las dificultades han florecido ante el pequeño bache de resultados. Los objetivos, según avanza el año, adquieren dimensiones superiores y cada equipo exige más. Por ello, Javi Calleja, quien durante la racha de imbatibilidad avisó de los momentos de dificultad que surgirían a los largo de la temporada, quiere que su equipo vuelva a sonreír logrando la victoria ante un Málaga al que, a pesar de rascarle un punto la semana pasada a Las Palmas en Gran Canaria, le crecen los enanos. El punto obtenido en el feudo del primer clasificado fue una alegría que contrasta con su contexto actual, ya que no solo ocupa la antepenúltima posición de la tabla, sino que tienen la permanencia a diez puntos de diferencia. Además, la semana previa al encuentro, en clave malaguista, ha estado marcada por dos situaciones que no fueron agradables para el club andaluz. 

Soldado busca reivindicarse en su regreso

Ambiente tenso en Málaga

El pasado miércoles por la mañana rescindieron el contrato de Lumor por cuestiones disciplinarias, y de manera paralela, Alfred N’Diaye se ausentó del entrenamiento por una simple confusión y sin justificación previa. Pensó que entrenaba por la tarde, cuando era por la mañana. Un despiste que le costó caro. «Nos regimos por unos códigos internos. Ayer tuvimos una reunión y le dije a la cara lo que pensaba y él a mí. No estoy aquí para justificar mis decisiones. Por encima de todo está el trabajo, la afición y el escudo», dijo Pellicer en la rueda de prensa previa. 

Pese a ello, Javi Calleja espera un ambiente hostil en La Rosaleda. El estadio de la Costa del Sol presentará un lleno en toda regla con la finalidad de convertir el milagro de la permanencia en una posibilidad real. El técnico, de hecho, cree que la cita de hoy será la más difícil que le quede a los suyos hasta final de temporada. «Va a ser el más difícil de la temporada y el más importante. Es su última bala», dijo en rueda de prensa. Sin embargo, el Levante no irá con titubeos. Con las altas de Roberto Soldado y de Sergio Postigo, el equipo quiere despejar dudas y situarse nuevamente como el candidato más serio para ascender a Primera. Sin importar el estado del rival ni la necesidad. Lo demostró a lo largo de veinte partidos y sin que sea fruto de la casualidad. En un tramo en el que el objetivo de subir a la élite adquiere una fortaleza superior, el Levante buscará dar un paso al frente.