Entrevista | Quico Catalán Presidente del Levante UD

Entrevista a Quico Catalán: "Esta Copa es una definición de lo que somos. Nunca nos han regalado nada"

El presidente tiene claro que el reconocimiento del trofeo, que "honra a unos valientes", es el punto de referencia para transmitir los valores de un club que, inmerso en la lucha del ascenso, va a "poner todo sobre la mesa" para lograr un objetivo de "vital importancia"

Entrevista a  presidente Quico Catalán.

Entrevista a presidente Quico Catalán. / José Manuel López

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El reto de ascender a Primera es una ilusión que a Quico Catalán le quita el sueño. Es, de hecho, su obsesión, y es independiente a un 2023 en el que su mandato en la presidencia del Levante caduca este mes de diciembre. Pese a ello, su principal preocupación es que su club recupere la categoría para rescatar el modelo de gestión que triunfó en Orriols, mientras que a su padre, referente en su vida y en sus labores como presidente, siempre lo tendrá presente.

A pesar de la importancia del Zaragoza, la Copa del 1937 es la máxima protagonista.

Se lo merece. Tiene que llevarse todo el protagonismo porque es un hecho histórico y precioso. Se ha dado la justicia necesaria. Ha imperado el sentido común y el respeto a unos valientes que, en un momento muy delicado para nuestro país, defendieron el escudo y la camiseta del Levante. Cuando no se reconocía, y lo he dicho muchas veces, decía que solo por la alegría y por la desconexión que ellos podían ofrecer a través de un partido de fútbol, ya merecía el reconocimiento máximo en todo. Ha tardado todo el tiempo que haya tenido que tardar, pero se ha conseguido. Lo que tenemos que hacer ahora es honrarles a ellos a través de ese trofeo, y que esa Copa sea la Copa de la afición. Lo es. Ha sido un movimiento muy bonito, de muchísima gente, donde se han unido partidos políticos, toda la sociedad… No es un trofeo al uso, es algo más que un trofeo. Lo que tenemos que hacer nosotros desde el club es trasladar la importancia que supone esta Copa para esta institución. No solo es que el Levante entre en un selecto grupo de clubes. Los tenemos que heredar y, sobre todo, que expandir entre nuestra gente. Por desgracia y a través de nuestros mayores, hemos escuchado cómo era nuestro país en ese momento, cómo estaba dividida España, cómo se vivía en un sitio u otro, qué había concretamente en València… Este trofeo sirve para recordar algo tan bonito en esa época tan trágica como aquella.

Dijo que la ciudad de València tendría que estar exultante por el reconocimiento. ¿Por qué?

Hice esa reflexión porque, al final, las circunstancias quisieron que el Levante y el Valencia se enfrentaran en Barcelona en un partido de fútbol. Que esto se haya reconocido como un título oficial, al valencianismo, y al Valencia, lo pone en valor y lo reconoce, aunque luego lo perdiera. Lo relevante no es quién lo ganó y quién lo perdió, sino que este trofeo, en un momento muy determinado en nuestro país, lo celebran dos equipos de la ciudad. Por eso es un reconocimiento a la ciudad de Valencia y a todos los aficionados de ambos equipos, que estuvieron pendientes de ese partido durante noventa minutos. Sobre todo, ponerlo en valor por lo que supuso. Por desgracia y a través de nuestros mayores, hemos escuchado cómo era nuestro país en ese momento, cómo estaba dividida España, cómo se vivía en un sitio u otro, qué había concretamente en nuestra ciudad… Hay que darse cuenta de que este partido fue importante porque la gente solo pensó en fútbol. Este trofeo sirve para recordar algo tan bonito en esa época tan trágica.

¿Cómo lo vivió tras años de gestiones para su oficialidad?

Con mucha satisfacción. En las últimas semanas fuimos conscientes de que era cuestión de esperar a que la burocracia cumpliera todos sus trámites. Internamente lo hemos vivido con mucha pasión. Últimamente recordaba el día que hablamos Alberto Gil y yo con Emilio Nadal y le dijimos que dejaba de ser Jefe de Prensa del primer equipo. Parecía un drama. Le hablamos de la importancia de poner en valor el patrimonio histórico y crear un Departamento de Patrimonio Histórico del club, de poder recuperar toda nuestra historia. Lo ves con perspectiva y piensas en lo bonito que ha sido todo y en el gran trabajo que está realizando dicho departamento. Lo hemos vivido con mucha pasión y, cada vez más, nos dábamos cuenta de que estábamos más cerca. La Ley de Memoria Histórica también ha sido fundamental, al igual que la Federación se haya concienciado de este reconocimiento. De que habían argumentos por todos los lados para reconocerla. Ha sido una alegría inmensa, porque era un reto que no dependía de nosotros.

La Copa de la República

La Copa de la República / LUD

¿La Copa de la República refleja lo que es el Levante?

(Ríe) Totalmente. Es una Copa que consigues y tardas 86 años en que te la oficialicen. Es una buena definición de lo que somos. Nunca nos han regalado nada, hemos vivido siempre en medio de la dificultad y, a base de mucho trabajo y esfuerzo, se han ido logrando cosas. Este reconocimiento tiene que suponer un antes y un después en muchos aspectos. Tenemos que utilizar lo que simboliza esta Copa para transmitir nuestros valores. Sobre todo en la gente joven. 

Marc Pubill, en sus redes sociales, comentó textualmente que «ojalá sea el primero de muchos». ¿Lo piensa usted?

Ojalá. Siempre he defendido que uno de los días más bonitos de nuestro fútbol es el de la final de la Copa del Rey. Hace dos años estuvimos muy cerca de jugar esa final. Espero que sea el primero de muchos, aunque para ello, tenemos que prepararnos, seguir creciendo, seguir fortaleciendo nuestra masa social y volver al equilibrio económico financiero tan importante que teníamos previo a la pandemia. Ese es un gran reto que tenemos en los despachos. Y después, valorar lo que realmente somos. Ahora estamos en Segunda y echamos mucho de menos estar en Primera, pero cuando estábamos en Primera, y llevábamos tres años seguidos, no valorábamos lo que era estar un cuarto. Nos tiene que servir para hacer un ejercicio pedagógico y valorar cosas que, cuando las tenemos, no las valoramos.

No obstante, la prioridad es ascender a Primera División.

Muchos dicen, y yo así lo pienso, que no hay trofeo que sea más bonito como celebrar un ascenso. Nos quedan nueve finales y, desde la humildad máxima, tenemos que pelear cada partido como si fuera el último. Tenemos que poner todo encima de la mesa y creo que lo hemos puesto. A lo mejor este año hemos arriesgado demasiado, pero entendemos que teníamos que poner todo al servicio del fútbol para ser los más competitivos y poder lograrlo. Es momento de que salgan los hombres de verdad, de poner toda la carne en el asador, de no buscar excusas y de poner al servicio del fútbol todo el trabajo que has hecho durante toda la temporada. Es el momento de la verdad. No podemos fallar.

¿Es de vital importancia?

Sí. Por todos es conocido que vamos al límite. Hemos arriesgado todo y más. Es importantísimo ascender a Primera División. Y el no subir, va a marcar un cambio porque, al final, desde la temporada 2009/10, llevas trabajando de una forma, has ido creciendo, tu estructura ha ido creciendo y adaptándose a tu crecimiento… Puedes aguantarlo un año en Segunda porque tienes ayudas y respaldos, pero en un segundo año, no puedes mantenerlo. Por eso estas nueve finales tenemos que entenderlas como finales y como un reto que hay que conseguir.

¿Cómo ve al equipo?

Está muy concienciado con la importancia y la responsabilidad que tienen. Seguramente no estemos viendo a ese Levante que a todos nos gustaría y que al propio entrenador le gustaría. Vemos a un Levante que compite, pero creo que en estos nueve partidos vamos a ver al verdadero Levante, a esa mejor versión de cada uno de ellos. Si recuperamos la mejor versión de todos, siendo el máximo deseo de ellos, tenemos muchos argumentos para poder subir. Hay que ser humildes y trabajar duro.

¿Subir a Primera o no marcará su futuro en la presidencia?

El no ascender lleva unas consecuencias, y tengo claro que no conseguirlo requiere un cambio y una reestructuración. El ascenso te llevará a Primera División y en diciembre hay unas elecciones. Yo tendré que pensar si es momento de ofrecerme como una alternativa a seguir o es momento de cerrar un ciclo. Sinceramente, no me planteo nada porque tengo el chip del ascenso activado. Todos los esfuerzos tienen que ir encaminados al ascenso por la importancia que tiene. De hecho, es mi obsesión. Sueño con el ascenso y tengo pesadillas con el no ascenso. Ahora mismo tenemos que pensar en eso. El futuro de Quico Catalán en el Levante es muy, muy, muy secundario. Es la pieza del puzle que ahora mismo no entra en juego. Lo mejor para el club pasa por meternos una presión que nos hemos buscado. La obsesión de ascender a la élite tiene que ser lo que nos guíe hasta final de temporada.

Entonces, ¿cuál es su Levante de futuro?

En el Plan Estratégico lo hemos definido muy bien. Tenemos que volver a ser un club equilibrado dentro del plan económico financiero. Recuperar el estatus que teníamos previo a la pandemia. No hay que olvidar que, en los dos últimos ejercicios en Primera, hemos dado pérdidas millones. Este año, aunque haya sido menos, hemos vuelto a arriesgar. No obstante, el Levante del futuro tiene que ser, en un momento donde se estabilicen los mercados y vuelva el fútbol prepandemia, el mismo que fuimos en nuestros primeros once años. Con mucha más experiencia, habiéndonos consolidado dentro del fútbol profesional, y tenemos que volver al equilibrio más absoluto. Ese juego de comprar y vender futbolistas ha sido parte de nuestro negocio y parte del éxito de esa estabilidad. De forma paralela, hay que sacar máximo rendimiento a nuestra escuela. Nos hemos exigido unos objetivos en ese sentido. En los próximos cinco años, el 40% de nuestro primer equipo tiene que tener jugadores que han pasado o formado en esa cantera. A nivel social, recuperar los números de antes de la pandemia, donde teníamos aproximadamente 22.000 abonados, y devolver a la sociedad lo que nos ha dado y ser más partícipes de ella.

Si ascender es prioritario, sanear las cuentas también lo es.

Si estás en Primera División todo es mucho más sencillo. Si estás en Segunda todo se complica, pero hay herramientas para buscar soluciones. A nivel de infraestructuras tienes el Plan Impulso. Te ayuda a desarrollar todas nuestras estructuras, pero no te ayuda a reducir deuda. En función a lo que pase en los próximos meses, tomaremos un camino u otro.

Quico Catalán: "Mi futuro es una pieza que ahora no entra en juego. Ascender es mi obsesión. Lo sueño"

Quico Catalán: "Mi futuro es una pieza que ahora no entra en juego. Ascender es mi obsesión. Lo sueño" / JM López

¿En qué punto están los dos proyectos que tiene en marcha el club?

En la Ciudad Deportiva de Nazaret estamos en fase de licitación. Estamos haciendo un llamamiento a potenciales empresas constructoras que quieran abordar este proyecto para hacer un filtrado. De forma paralela estamos pendientes de que se nos dé la licencia, de acabar con las tramitaciones de la concesión administrativa. Si las cosas fueran bien, nuestra idea sería empezar Nazaret en verano si todo va según lo previsto. Y en la segunda fase del estadio, estamos en esa fase de terminar el proyecto constructivo. Estamos de forma paralela trabajando con potenciales compañeros de viaje, que nos ayuden a explotar el estadio. Podría hacerse alguna obra menor, pero no lo relevante que da la fase dos en un corto espacio de tiempo.

Hay múltiples motivos para pelear con subir a la élite, pero uno de los más simbólicos y potentes es el de su padre.

Sí. En un momento de máxima ebullición y de exigencia. Se le echa mucho de menos. Como padre, compañero, consejero… se le echa mucho de menos. Él en estos momentos estaría disfrutando muchísimo. Yo el otro día, antes de irse, le decía al oído que se iba a mitad de partido y que quedan aún muchos minutos que jugar. Le dije: entiendo que si te vas es porque nos vas a ayudar a ascender desde el cielo, porque si no, no lo entendería. Y yo creo que es así, creo que se ha ido tranquilo y orgulloso. Ha vivido una época de su club muy bonita y creo que desde el cielo está determinando en nosotros. El Levante era su máxima pasión, su máximo entretenimiento. Era el sentimiento que había heredado de su abuelo y que había transmitido a sus nietos. 

¿Cómo lo recuerda?

Siempre he dicho que ha sido un padre, pero también un referente para mí. En todo. En mi día a día y en el de mis hermanos porque era muy bueno, muy buena persona. Era alguien muy querido, se hacía mucho de querer porque ayudaba mucho a la gente. Ahora lo que hay que hacer es que cada mañana, cuando nos cuesta levantarnos de la cama, acordarnos de lo que él nos diría y como actuaría en cada momento. Tenemos que honrarle desde la tierra para que se sienta orgulloso desde arriba.

Por lo tanto, el ascenso tendrá una dedicatoria especial.

Claro. Estará con mi abuelo y mi bisabuelo allí. Los tres junto a muchísimos levantinistas que quieren lo mejor para su club.