Mentalmente en el mejor momento

El equipo está listo para ganar la batalla del playoff tras resetear la cabeza. La plantilla es consciente de la oportunidad perdida, pero cree también que se ha ganado la opción de tener una segunda. La ilusión de subir a Primera es aún mayor pese al revés

La plantilla quiere estar a la altura de las circunstancias y no dará su brazo a torcer en unos playoff que afrontan con ilusión y ganas.

La plantilla quiere estar a la altura de las circunstancias y no dará su brazo a torcer en unos playoff que afrontan con ilusión y ganas. / JM LOPEZ

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El Levante, pese a cumplir con su deber de vencer al Oviedo, se quedó con la miel en los labios tras no conseguir el ascenso directo por un punto de distancia o, en su defecto, por no haber tenido una diferencia de goles mayor que el de Las Palmas. La temporada regular condenó a los de Javi Calleja a una tercera posición que no fue la ubicación ni deseada ni peleada a lo largo del curso, pero, pese a la sensación agridulce que provocó en primera instancia, las lamentaciones no existen en las profundidades del barrio de Orriols. Ninguno de los jugadores de la plantilla ve la promoción como un problema, sino como una solución y, por encima de todo, otra oportunidad de conseguir el objetivo por el que tanto han trabajado y que tantos dolores de cabeza provocó en los últimos meses ante la mala racha.

La finalización del encuentro ante el Oviedo confirmó el destino de un Levante que, después de no pasar del empate contra el Ibiza, empezó a asumir su destino independientemente de que no tiró la toalla en su intento de apurar sus opciones de subir a la élite por la vía rápida. Después de un curso en el que la plantilla ha ido a remolque desde que Javi Calleja adquirió las riendas del banquillo del Ciutat de València, y donde se ha visto debilitada ante las múltiples bajas que ha sufrido durante su trayecto, el playoff es la revancha de un equipo que afrontará cada minuto del mismo dejándose la piel. Mentalmente, de hecho, los levantinistas se sienten fuertes y su estado de confianza es elevado. Finalizar en tercera posición fue determinante para que el Levante recuperase una autoestima que, por momentos, no solo se tambaleó, sino que pasó por instantes de vulnerabilidad. El entusiasmo, a pesar de que el ascenso directo se esfumó ante la mala racha del último tercio de la temporada, está muy presente en el vestuario. Las ganas de playoff habitan en un equipo con ganas de demostrar que es de Primera.

Albacete será la primera de las cuatro piedras que tendrá que superar el Levante para tocar el cielo del fútbol español. Los albaceteños son los que mejor llegan a la promoción de ascenso tras dar por concluida la campaña regular con siete partidos sin perder (cuatro victorias y tres empates). No en vano, el equipo dirigido por Javi Calleja no le tiene miedo a un rival que respeta, pero que no teme. Ya fue capaz de ganar en un estadio complicado como el Carlos Belmonte y se ve capacitado para volver a asaltar el feudo del combinado dirigido por Rubén Albés. No obstante, medir con exactitud los tiempos será determinante a lo largo de los 180 minutos que dure la eliminatoria. Haber finalizado en tercera posición da ese beneplácito, sin renunciar a volver a desprender todo el talento y potencial que presume tener el Levante. «No serán partidos en los que arrolles. Hay que saber trabajar el aspecto deportivo y emocional para gestionar cada partido como se debe. El Albacete está ilusionado, pero nosotros lo estamos más. En ilusión y motivación no nos ganará nadie», aseguró Calleja tras ganar ante el Oviedo.