Un centro del campo que fortalecer este mercado

No existe otro escenario en el Levante que no sea el de conseguir la salvación en Primera División a toda costa. Cueste lo que cueste, pero el reto será innegociable pese a las limitaciones económicas que siguen existiendo en Orriols. La dirección deportiva tiene muchos frentes abiertos y trabaja sin descanso para abordarlos de forma satisfactoria. Está siendo, y será, un verano intenso en las oficinas del Ciutat de València, pero las necesidades a cubrir en el equipo de Julián Calero empiezan a vislumbrarse. José Danvila, en los micrófonos de ‘Deportes COPE Valencia’, dijo que la plantilla, «en su cabeza», necesita entre «ocho y diez jugadores. La Primera División necesita mucho físico y mucha pierna. Necesitamos mucho de eso. Hay que ser muy potente y tener una columna vertebral». 

Y razón no le falta al máximo accionista del Levante si hace referencia al centro del campo, parcela del terreno de juego donde el conjunto de Julián Calero necesita hacerse fuerte, sobre todo, debido a la salida de efectivos. La venta de Kochorashvili al Sporting de Portugal y la salida de Algobia dejan la medular prácticamente en cuadro. El ‘8’, es más, ya se despidió en sus diferentes perfiles sociales, después de que no se haya llegado a un acuerdo para activar los dos años opcionales que estipularon en un contrato que caducará el 30 de junio. «Han sido dos años de mucho aprendizaje, de valorar mucho cada día en los que tienes la gran suerte de jugar al fútbol, de superar momentos difíciles y volver más fuerte (…) Sin duda para mí es un orgullo haber sido partícipe de que el Levante y su afición vuelva a la máxima categoría», escribió el madrileño. 

Conocida la salida del ex del Getafe, Julián Calero tiene a cuatro futbolistas con contrato para la 2025/2026: Pablo Martínez, Sergio Lozano, Oriol Rey y Vicente Iborra. Se cuenta con los cuatro a pesar de que aún no se haya hecho oficial la continuidad de los dos últimos. No obstante, la extensión de dos años de contrato del ‘20’ es automática, mientras que la del eterno capitán, de una temporada, es opcional, aunque la presencia del ‘10’ en Primera División es indudable para la cúpula granota. A ambos casos solo les falta la oficialidad. A su vez, Óscar Clemente tiene contrato hasta 2026, pero todo apunta a que las partes involucradas finalizarán su relación en las próximas fechas para que el canario emprenda una nueva aventura futbolística lejos de Orriols. Pese a ello, la necesidad de fortalecer la medular es alta con vistas al reto de permanecer en Primera. Y más, cuando el dibujo de Julián Calero en la división de plata ha cobrado sentido con el pulmón de Giorgi Kochorashvili, cuya zancada y capacidad para atacar y defender fue una arma de gran utilidad para un Levante que se aprovechó de sus virtudes. 

Meter músculo y piernas será el objetivo en este verano, mientras los que aterricen en el centro del campo del Levante serán bien resguardados por los que competirán junto a ellos el año que viene. Pablo Martínez, más partiendo desde la banda que por dentro, ha sido una pieza importante para el entrenador madrileño, a la vez que Oriol Rey ha sido el termómetro y el eje sobre el que ha girado el juego de un Levante que en sus botas encontró el equilibrio. Vicente Iborra y Sergio Lozano han disputado menos minutos, pero también han sido trascendentales. El capitán puso jerarquía de titular y acierto desde el banquillo. Y el ‘21’, destacando su privilegiada lectura de juego entre líneas, se destapó como una pieza trascendental para desatascar partidos a partir del 60’ tras demostrar validez desde el inicio. Los cuatro se han ganado competir en la élite con el Levante y Orriols está convencido de que rendirán a la altura de las expectativas. No obstante, hace falta más músculo no solo para contener a los rivales, sino también para ganar argumentos sobre los que conseguir la salvación en la máxima categoría.