Tras la presentación, el paso siguiente es la aprobación del plan que por la experiencia que se tiene en la materia se cree que puede demorarse entre ocho y diez meses. Para esa probación hay que cumplimentar tres pasos que son la exposición pública del mismo, después la aprobación por parte del Ayuntamiento y en tercer y último lugar la reaprobación por parte de Generalitat Valenciana, que es lo que le da validez. Puede heber alguna pequeña modificación, pero se confía en que no sean demasiadas, puesto que se ajusta «como un guante» al convenio.

A la espera del ´nuevo´ campo

La intención del club es ingresar alrededor de 71.000 millones de euros por la parcela pero, paralelamente, sigue sin decidirse dónde jugará el Levante cuando el actual estadio sea demolido en el futuro para llevar a cabo el plan de reordenación. La idea inicial era construir otro campo de aforo más reducido (la capacidad óptima es de 18.000 espectadores y nunca inferior a 15.000) en la misma pastilla de terreno del estadio actual pero, con esa medida, no se obtenía el dinero pretendido. Ahora se está a la espera de decidir la ubicación de ese nuevo estadio que el club debería construir con el dinero obtenido por la venta del actual si bien, desde el Consistorio, no se descarta la posibilidad de que Valencia CF y Levante UD jueguen en un estadio compartido... pese a que la entidad granota no lo contempla.