Al Levante se le está haciendo enorme el 2012. No había excusas, los 8 puntos de los últimos 33 eran demasiada losa. Daba igual la forma, ante el Racing había que ganar para acabar sí o sí con la inercia negativa, sobre todo porque el siguiente encuentro es en el Bernabéu. Enero era un mes clave para finiquitar la salvación y soñar. Sin embargo, la realidad es que el fortín sigue sin recuperar su embrujo.

El Racing se presentó en el Ciutat respondón. Curioso que el equipo con menos posesión de balón de Europa rompiera la tónica habitual y se dedicara a tocar y tocar con claridad sin tener ni un futbolista con un rol de creador en su once. Diop es puro músculo, mientras que Arana, Adrián, Munitis y Jairo, los escuderos de Stuani, obligan a cambiar las marcas porque son polivalentes. Munitis pudo batir a Munúa en un inicio desangelado. JIM no lo veía claro, no pensaba que delante tendría a un rival tan descarado.

El desparpajo de El Zhar y la movilidad de Rubén enchufaron a un Levante en proceso gripal colectivo. Juan Ignacio dio una segunda oportunidad a los que cayeron ante el Getafe. Principalmente a Botelho, que aún sigue en ´modo adaptación´. Es evidente que no es Juanlu, pero tiene margen de mejora.

Koné no podía batallar sin camaradas, además Bernardo no le dejaba respirar. Cuando el ´zaguero de la coleta´ se despistó, el marfileño cabeceó sin oposición para superar al debutante Mario Fernández. Espectacular el pase de Nabil. Arouna no marcaba en Liga desde el 18 de diciembre en Granada. En el derbi copero en Mestalla se sacó un zapatazo a la escuadra que no valió para nada. Por fin se acabó el maleficio de la cabellera rubio platino del ´2´. Fue la primera llegada de un Levante efectivo. El gol fue la mejor medicina contra el frío. Luego, en dos ocasiones casi seguidas, Mario evitó que Koné incrementara su idilio con el Ciutat. También Pedro Botelho quiso desquitarse de su irregular inicio de granota con otro testarazo, pero tendrá que esperar a otra ´batalla´.

El 1-0 anestesió al Racing, que pedía a gritos el descanso. Una pena que el arreón granota no tuvo más recompensa. Aunque tarde, el conjunto de Orriols resucitó esas señas de identidad que lo convirtieron en histórico líder de la Liga BBVA. El Levante no sentenciaba y los de Juanjo González se lo creían al son de Adrián González. De una dejada de espaldas a la portería del hijo de Míchel, Arana, con la zurda, superó a Gustavo Munúa de tiro cruzado.

El partido se revolucionó. Sin criterio en el medio del campo, las idas y venidas eran constantes. Más en las inmediaciones visitantes, sobre todo desde el regreso de Valdo y más todavía con el estreno de Ghezzal. El caboverdiano rozó el 2-1 en su primera llegada, pero falló con la portería vacía. Ese error vino precedido de unas manos dentro del área de Álvaro. Delgado Ferreiro las pasó por alto, como también otro penalti sobre Botelho en la primera parte. El ´23´ se echó el equipo a sus espaldas y puso esa gasolina que a Koné se le iba agotando.

El ariete, de nuevo, volvió a dar otra lección de intensidad. La presencia de Ghezzal le hizo sacar un plus más. En Buñol han demostrado durante toda la semana que tienen química y sobre el campo dejaron detalles para la esperanza. El franco-argelino acarició la gloria con un remate venenoso desde fuera del área que lamió la escuadra de un Mario con problemas físicos en aumento con el paso de los minutos. Las ganas de Ghezzal despertaron a los 7.658 valientes que se presentaron en el Ciutat. Además del remate escorado, antes probó al meta foráneo con un cabezazo tímido. Farinós también lo intentó desde larga distancia. El Racing, a la contra, no arrojaba la toalla. La última la tuvo Christian y Adrián reclamó un pena máxima, pero se dejó caer ante Ballesteros.