Los números de Rubén Suárez hablan claro. Sólo Cristiano Ronaldo, Leo Messi e Higuaín tienen mejor promedio goleador. El asturiano es un generador de emociones fuertes. Un trallazo en Riazor supuso la permanencia, mientras que esta temporada se ha sacado de su ´mini pie´ dos latigazos con un valor incalculable, ambos, como el de la temporada pasada en A Coruña, prácticamente con el tiempo cumplido. El primero fue ante la Real Sociedad, y supuso mantener el liderato, mientras que el del sábado valió para romper una decadencia de más de cuatro meses como visitante.

Fue un nuevo signo de reivindicación, otro tanto para aumentar su leyenda de granota y cazar a Felipe Caicedo, Pepín y Serafín en la clasificación histórica de realizadores, un mensaje directo de mayor protagonismo para Juan Ignacio, un argumento positivo más en su camino hacia la renovación. «El gol es muy importante para mí. Anímicamente es positivo para seguir y que el míster sepa que estoy aquí, que voy a darlo todo. Tengo menos minutos de los que uno querría», destacó el héroe del 1-2.