El máximo responsable de la planificación deportiva desvela su objetivo de que la plantilla esté perfilada a principios de agosto «en un alto porcentaje». Requisito para el que, según asegura, es posible que «el presupuesto tenga que subir un pelín porque las negociaciones van a durar menos». Todavía no sabe cuánto será, pero Quico Catalán ya ha sido informado.

Elija el mejor fichaje: ¿Felipe Caicedo o Arouna Koné?

—Son distintos. A nivel de rendimiento, Koné nos ha ofrecido más cosas. Ambos han sido muy importantes para conseguir los objetivos.

—¿Con cuál de los dos arriesgó más?

—Con Koné, porque venía con un alto riesgo de posible lesión. Sin embargo, deportivamente era más seguro al tratarse de un jugador hecho que conocíamos de competir en Ligas fuertes. El Levante tiene que asumir esos fichajes de riesgo porque a un Koné en perfectas condiciones es imposible que lleguemos.

—¿Le enorgullecen estos fichajes?

—Mi orgullo personal consiste en que con operaciones así el club pueda pagar antes la deuda, pero en mi trabajo para la temporada que viene no repercute en que vaya a tener más dinero para fichar.

—¿Qué pensó cuando Koné marcó el gol 17 contra el Granada?

—Veía muy difícil, ojalá, que la próxima temporada estuviese. Era complicado que marcara 17, 12 o 10 goles. Quería que jugara porque si hubiéramos sacado algún punto podríamos haber hablado de otra meta. Ojalá hubiera estado en condiciones.

—Se vaya o se quede Koné, va a tener que fichar delanteros a gogó.

—Si vienen 2 o 3 puntas van a ser de perfiles diferentes. Por ahora Koné es jugador del Levante y no sabemos qué va a ocurrir. Los otros dos serán más dinámicos, con más velocidad.

—¿Como Ángel, del Elche?

—Nos vendría bien en esas características de jugador.

—¿Le rompe mucho que nadie haya dado por segura, cien por cien, la continuidad de Juan Ignacio pese estar renovado unilateralmente?

—Tampoco nadie ha dicho que no. Yo no me voy a que tiene contrato. La realidad aquí es que si viene un club que a nivel deportivo o económico ofrezca algo que pueda interesarle es normal que se pueda ir. Pero a día de hoy no existe esa oferta en firme. Estamos trabajando para la próxima temporada y las incorporaciones las hablo con él. Estamos entre los seis primeros y es normal que haya muchas ofertas. Deportivamente es posible que a lo mejor no, pero económicamente hay clubes más suculentos. Estamos trabajando, aunque también es verdad que cuando un entrenador tiene un problema no es como un jugador.

—Con los resultados en la mano, JIM ha sido un acierto, más allá de todo lo que ocurre al margen del césped.

—Una cosa es caer mal o bien, como todos. Cada uno es como es y puede tener ´feeling´ o no con cierta gente, como Luis (García) lo tenía o no. Juan Ignacio ha hecho historia en el Levante dejándolo tres temporadas seguidas en Primera y metiéndolo en Europa. Tiene un enorme mérito, ya sea por la plantilla, por él o por una cosa de todo el club, de todos. Por eso debe tener continuidad aquí. Como director deportivo no me cabe en la cabeza pensar en otro entrenador que no sea Juan Ignacio.

—Si tuviese que buscarle un recambio, ¿a qué perfil se tiraría?

—Lo más importante es que haya una continuidad. Me da igual la edad. Juan Ignacio ha empezado en la élite con 47 años. El perfil que me gustaría a mí, que conozco el club por dentro, es el de un entrenador que venga a sumar, que no quiera entrar y cambiarlo todo, hasta el color del vestuario. Que sea una persona normal. A nivel de conocimientos, que sepa lo que tiene entre manos y que le saque el mayor rendimiento, como Juan Ignacio, que ha hecho un trabajo espectacular. Ha sabido dotar al equipo no de posesión, pero aunque no dominaba el balón, sí que controlaba el partido. Eso lo ha sabido trabajar muy bien.

—Munúa tiene una cláusula de salida que podría ejecutar, pero el objetivo es quedarse con él y Keylor, ¿no?

—Mi idea es contar con dos porteros profesionales en el primer equipo. Si se llega a un acuerdo con el Albacete la idea es ésa y tener un tercero de garantías como ha podido ser Garabato jugando en el B.

—Está obligado a fichar laterales, aunque tiene a Iván López.

—Iván va a tener oportunidades siempre. Luego va a depender del rendimiento y del entrenador. Hará la pretemporada y empezaremos a ver qué pasa. La Primera División exige mucho, Iván sigue en formación y no está para que tenga algún tipo de problema y se venga abajo. Sería importante para él que el filial ascienda.

—¿Es optimista con los casos de Cabral y David Navarro?

—Sí, pero cuando los jugadores terminan contrato y han hecho esta temporada es difícil a nivel económico. David está a gusto en Valencia y por una cantidad mínima creo que no se iría a otro club español. Otra cosa es lo que le puedan dar en el extranjero. Si hace una pretemporada en condiciones confío mucho en él porque es un jugador ´top´. Cuando Nano y Ballesteros jugaban me criticaban que Cabral era extracomunitario y luego fue indiscutible.

—Retener a Xavi Torres e Iborra sería adelantar mucho...

—Esa es la prioridad. En el centro del campo ojalá tengamos a los mismos cuatro otra vez y que compitan. Xavi e Iborra son más completos a nivel físico y técnico. Pallardó defensivamente es un jugador más capacitado, de más entrega, mientras que Farinós tiene más calidad. Todos se complementan.

—El entrenador ya ha roto una lanza por Farinós.

—Ya se le dijo que se le iba a ofrecer la renovación. Nunca voy a echar piedras en contra del entrenador. Si económicamente podemos, y más habiéndolo tenido, queremos que se quede. El que más lo conoce a nivel profesional es él.

—¿Qué pasa con Valdo?

—Está enquistado. Si podemos traer a un jugador en esa posición lo haremos. No podemos pararnos. Valdo sabe que a partir de que se fuese de vacaciones la oferta seguiría ahí pero ninguno está obligado a nada.

—¿Insistirá en Botelho si sigue JIM?

—Vamos a darle la oportunidad a Serrano de ponerse bien físicamente en la pretemporada. Aún no hemos hablado nada. El Arsenal ya le ha dado vacaciones y va a volver allí para empezar a entrenarse. Es su último año de contrato.

—¿Confía en que Rubén Suárez siga aportando los mismos minutos de calidad?

—Es el tema de su profesionalidad, del trabajo, del día a día. Los que estamos fuera sólo vemos los partidos, pero la gente que está detrás sin jugar poniéndoselo difícil al titular es muy importante. Mejorar lo que había es complicado porque hemos quedado sextos, pero quiero un bloque en el que todos tengan que estar al cien por cien para poder jugar.

—Si Rubén renueva, ¿hará falta otro Barkero?

—Barkero puede jugar más retrasado y en banda. Si existe la posibilidad de traer a un jugador de ese perfil que tenga más banda derecha, jugar en el medio y un poco en punta, intentaremos traerlo. Vamos a ver qué dice Rubén a nuestra propuesta, que aún no se la hemos pasado.

—Medio en broma, medio en serio dijo que la clasificación para Europa era una «putada».

—Acelera un poco la dinámica. Estábamos acostumbrados a apretar a nivel económico y cerrar el 99 por ciento de la plantilla a final de agosto. Ahora vamos a intentar que la plantilla en un alto porcentaje esté confeccionada a principios de mes. Igual el presupuesto tiene que subir un pelín porque las negociaciones van a durar menos. El presidente ya lo sabe.

—¿Cuánto es un «pelín»?

—Va a depender de las negociaciones. A Koné desde julio lo estaba viendo y a finales de agosto se firmó. Ahora va a ser difícil repetir eso. Dije lo de la putada por la necesidad de acelerar con el mismo presupuesto.

—¿Hay que dar un salto de calidad?

—Mejorar esto es casi imposible. Es un reto. Puedes igualar la calidad, pero no mejorar. Hemos estado hasta la última jornada compitiendo por la Champions.

—¿Es más fácil convencer a los jugadores ahora?

—Es más fácil convencerlos por la campaña que hemos hecho y porque nos han visto más. Cuesta menos llegar a ellos, pero es más difícil renovar a los jugadores y también traerlos porque te piden más. A nivel deportivo el Levante tiene un caché y los jugadores también lo quieren a nivel económico. Por mí ya estarían renovados todos los jugadores de los que hemos hablado y no he podido aún porque tienen ofertas interesantes.

—Lo que se buscó a golpe de talonario se ha encontrado con humildad.

—Es un trabajo diferente. En aquellos equipos había calidad, pero era un problema interno, la manera de trabajar del club, los cambios, la dinámica. El presidente estaba más apartado del grupo aunque hablara con algunos jugadores. Aquí hay más confianza y las puertas de todos están abiertas. Un jugador pasa por delante del despacho de Quico Catalán y lo saluda. Esa familiaridad ayuda. Los jugadores le pueden decir al Consejo que están con agua fría y no hay que tirarse dos meses para ver a quien toma las decisiones.

—Empezó haciendo un equipo en peligro de bajar a Segunda B y ahora casi toca la Champions.

—He disfrutado mucho. Lo de las siete victorias seguidas fue espectacular. Y luego el escenario del último partido. En 15 años que llevo en el Levante fue la primera vez que no se veía el césped. Pelear por Europa en un campo lleno fue un sueño.