Aunque la decisión la tenía más que tomada, la versión de Rubén, sobre todo tras la vorágine que se originó el día que Ángel llegaba a Orriols, era que meditaría su futuro durante el fin de semana. Una cortina de humo. El Levante fue el primero en recibir la negativa del asturiano a la oferta de renovación, cerrando un ciclo de cuatro temporadas, y al día siguiente, los medios de comunicación que siguen la actualidad del Sporting anunciaron que también les había dado calabazas porque su idea de aceptar la aventura de China era firme. Mientras que se despedía por Facebook de los aficionados, Rubén Suárez daba los últimos pasos para concretar su viaje al Lejano Oriente, aunque afirmando que no cerraba las puertas a continuar en España.

Acompañado por Quico Catalán, el eterno ´21´ ofrecerá esta tarde, a partir de las 18 horas, una rueda de prensa de despedida en el Ciutat de Valencia. Casi todo estaba predestinado para que Rubén no formara parte del Euro Levante, aún más después de que Juan Ignacio no le diera ni un minuto en el último partido ante el Athletic, por mucho que los aficionados se movilizaran para cambiar un destino marcado. El club tuvo la deferencia de pasarle una oferta de renovación, más bien simbólica. Con los minutos sobre la mesa, no podía ser un objetivo deportivo, pero desde ese plano secundario había hecho méritos para tener una propuesta. Juan Ignacio avalaba su continuidad, incluso con Barkero y Míchel.