Dos son las condiciones que impone el conjunto de Mestalla para dejar marchar al mediapunta al Levante. Una es cobrar una pequeña cantidad por el traspaso (de unos 300.000 euros, ya sea de partida o a través de objetivos como la permanencia), y otra es tener la posibilidad de repescarlo en el futuro. Para que esto último sea posible, no en vano, los dirigentes valencianistas van a exigir la inclusión de una opción de recompra por Míchel en la negociación con los azulgrana.

En el seno de la entidad blanquinegra tienen claro que el de Burjassot, que está a punto de cumplir 24 años, no entra en sus planes inmediatos. Pero eso no significa que no pueda hacerlo en campañas venideras, si mantiene la progresión mostrada durante los últimos meses con el Hércules, con el que ha marcado 13 goles en la Liga Adelante. La opción que no contempla a día de hoy el Valencia es ofrecer a Míchel una ampliación de su contrato, que acaba en junio de 2013, para cederlo posteriormente al Levante. El mediapunta llegaría a Orriols en propiedad; seguramente, para las tres próximas campañas.