El culebrón de Diego Mariño parece a punto de llegar a su fin. El Levante confía en anunciar el acuerdo en horas y que viaje de inmediato a la concentración de Holanda. Tras varios días a expensas de que se desbloqueara la operación por el contencioso del jugador con el Valladolid, la LFP le ha dado la razón este martes.

La Liga de Fútbol Profesional (LFP) ha dado este martes la razón al Levante y a Diego Mariño, que tiene contrato con el Valladolid hasta 2018 pero jugará cedido en el club valenciano la próxima temporada. La oficialidad del fichaje depende ahora del plazo de 48 horas que el Valladolid tiene para recurrir la resolución de la LFP ante el Comité de Licencias.

El jugador comunicó el pasado 16 de julio al Valladolid su intención de salir cedido al Levante mediante la ejecución de una cláusula de su contrato que le permitía jugar en un equipo de Primera División si el equipo blanquivioleta descendía a Segunda, como finalmente sucedió. Sin embargo, el club pucelano entendió que el plazo para hacer efectiva la cláusula finalizaba la pasada temporada, el 30 de junio, por lo que hizo una reclamación a la LFP.