Horas decisivas para el futuro de la portería del Levante. Por un lado, según los propios protagonistas, es la semana en que tiene que oficializarse el traspaso de Keylor Navas al Madrid. Y por el otro, en Orriols confían en que para cuando eso suceda Mariño ya sea granota. Este lunes o martes como mucho tardar debería haber luz verde para que se tramite su ficha como cedido si la LFP le da la razón al portero en su contencioso frente al Valladolid de que sí ejecutó a tiempo la cláusula de su contrato para marcharse a un equipo de superior categoría. Pese a las buenas relaciones entre clubes y la sintonía de Carlos Suárez y Quico Catalán en la operación de Víctor Pérez -que aun así se demoró más de lo esperado- en la Liga se cerró el plazo para aportar argumentos este pasado viernes y en un principio desde entonces se descuentan cinco días de tope para que decida.

El objetivo es que una vez se cierre su fichaje, Mariño viaje de inmediato a Holanda para ponerse a las órdenes de Mendilibar, que está trabajando en la concentración con los canteranos Ovejero y Zagalá y un Javi Jiménez que podría terminar saliendo cedido, ya que la idea del club es reforzarse con dos guardametas. En la hoja de ruta ya figuraba que Mariño hubiese empezado el stage desde el primer día. A expensas de los problemas burocráticos que frenan su llegada, está entrenándose en solitario para en la medida de lo posible no perder la forma. El portero sabe de boca de su aún club que no van a ponerle facilidades a su salida, pero de momento sigue con ´permiso´ y en una especie de vacío legal, ya que él defiende que es jugador del Levante.

Riesgo está en Inglaterra

Con independencia de Mariño, al que el Levante no contempla perder, en el otro frente abierto sí que empiezan a pintar bastos. A raíz del traspaso de Andrés Fernández al Oporto, Asier Riesgo finalmente ha viajado a Inglaterra y peses las gestiones en marcha su llegada se ha ido complicando. Osasuna, que de acuerdo con las declaraciones de su director deportivo sólo atendería una oferta «irrechazable», no quiere desprenderse de él y la rendija que queda para su fichaje es la presión de la Liga al club rojillo para que aligere nóminas debido a los impagos a su plantilla. Riesgo tiene dos campañas más de contrato, no está previsto que adopte una postura de fuerza y al Levante sólo le cuadra cedido o con la carta de libertad.

Ante el panorama que se presenta con Riesgo, una petición expresa de Mendilibar, el Levante ha reabierto el abanico de porteros en los últimos días y activado un plan B. Manolo Salvador no sólo tiene puestos sus ojos en el mercado nacional, donde entre otros tanteó a Javi Varas, sino que como ocurrió en el caso del portugués Eduardo tampoco le hace ascos a a las Ligas extranjeras. En todo caso, eso sí, las condiciones no varían: coste cero.