Que nadie li pegue foc a la falla todavía. Un punto de 12 posibles y la ausencia absoluta de gol dan sin duda para preocuparse, pero no para sentenciar con nueve meses de antemano a los granotas. Como quien dice, «la Liga empieza ahora» (la frase es del propio Mendilibar a la conclusión del duelo ante el Barça) y hay que huir de derrotismos innecesarios. Al menos, ese es el mensaje que a través de SUPER transmite al levantinismo el peso más pesado del vestuario, Juanfran, quien echa mano del crédito ganado en campañas previas para justificar su discurso positivo.

El capitán, consciente del creciente negativismo generado por los malos resultados ante Villarreal, Athletic, Málaga y Villarreal, afirma estar «convencido» de las posibilidades del equipo. «No hay por qué alarmarse. Vamos a salir de esta», comenta el de Barona, que hasta ahora ha tenido que seguir los toros desde la barrera por culpa de su tendinitis en la rodilla derecha.

En la primera parte realizada contra el Barça cimenta Juanfran su llamamiento a la calma. «Si el rival no llega a ser el Barça, ganamos seguro. En esos 45 minutos se volvió a ver el Levante que habíamos sido». Un hilo del que tirar, a falta de la paulatina recuperación de efectivos y el final de la sequía anotadora, que está a punto de convertirse en la peor de los granotas en la máxima categoría: han estado como máximo cinco jornadas seguidas sin marcar.

Para el capitán, parte del nerviosismo actual es fruto de la avalancha de éxitos de los pasados cursos. «La gente se ha malacostumbrado. En los últimos años, yo siempre he dicho que había que tener los pies en el suelo porque en cualquier momento podían venir mal dadas, como ahora». El capitán, no en vano, ya vivió el difícil arranque de la 10/11, con Luis García en el banquillo, del que los azulgranas terminaron saliendo indemnes. «Con los rivales que hemos tenido, lo normal era tener dos o tres puntos».

Solo en dos oportunidades, en las nueve anteriores experiencias en Liga BBVA, el Levante superó la cuarta jornada con un bagaje tan pírrico como el actual: el empate conquistado en La Rosaleda. Fue en las temporadas 64/65 y la 07/08, que terminaron con sendos descensos. «En cuanto recuperemos nuestro juego, los resultados llegarán. Nos han acompañando siempre que hemos hecho lo que sabemos, por eso estoy tranquilo».

El capitán está seguro que mañana, en Granada, sus compañeros harán lo necesario para que el granota sea ese «equipo feo» tan reconocible en cursos pasados. Ante el Barça ya se asemejó, con la defensa más retrasada y las líneas juntas. A todo eso hay que añadir un ataque más productivo, donde Morales está suponiendo el mayor soplo de aire fresco.

Hasta la vuelta del próximo paro liguero, el 18 de octubre contra el Madrid, se antoja imposible el regreso del lateral de Barona al equipo. Su recuperación avanza pero no podrá jugar en el Nuevo Los Cármenes, como tampoco frente a los otros dos rivales directos que esperan a los de Mendilibar en la semana y media venidera: Rayo y Eibar.

En el interior del vestuario no dudan que son estos próximos partidos los que deben marcar el inicio de la remontada hacia zonas más templadas de la tabla, donde el capitán confía en que el Levante acabe el curso a poco que se cumplan sus presagios. «Podemos salvarnos sin necesidad incluso de jugárnoslo todo a vida a muerte en la última jornada», vaticina.