El Levante se llevó de Málaga un punto con el que va que chuta. Fue el primero de la temporada, un botín más que interesante para el que los granotas hicieron méritos en la primera parte pero ninguno en la segunda. Y es que el Málaga, que sacó la friolera de hasta 20 córners, se impuso a base de llegar y llegar, como por aplastamiento, pero fue incapaz de culminar alguna de sus innumerables ocasiones. Mucha culpa en eso la tuvo Jesús, que se metió en el papel de Keylor Navas emitiendo paradas en la misma frecuencia que su antecesor y aliándose para los casos imposibles con el larguero cuando no con el banderín del asistente, que invalidó un tanto completamente legal.

Jesús fue el gran protagonista de un empate que antes del partido se habría dado por bueno debido a la plaga de bajas. Sin embargo, aun siendo muy bueno por el escenario y como punto de partida para coger confianza, en vísperas de recibir al Barça no disipa las dudas. Más bien las aumenta, porque el Levante volvió a caerse tras un arranque aceptable. Después del descanso no volvió a ser ya ni la sombra de los minutos de oasis que tuvo, ratos de frotarse los ojos contando los pases seguidos -la posesión llegó a estar al 50 pese a jugar a domicilio- o viendo dónde empezaba la presión. A la larga el equipo se agujereó por atrás, terminó partiéndose por el medio y desapareció del todo por adelante, sin que el balón le durara apenas unos segundos en los pies.

Tres jornadas sin goles es una estadística suficientemente elocuente. Ningún disparo a palos hicieron los granotas, que con Rafael estrenaban faro arriba. Sin embargo, aunque dejó destellos y suyas fueron dos de las mejores ocasiones, el brasileño aún tiene una autonomía limitada. Tampoco fue la solución, sobre todo porque la acción no estuvo en el área y fuera de ese radio pierde enteros. Eso sí, se le veía ganoso y hasta lo intentó de falta escorada, pero se armó el lío cuando por no decidirse a picar un disparo encaló el balón en lo que fue su definitivo epitafio del partido. Empuja Morales, mejor esta vez que Xumetra, pasa demasiado apercibido Víctor y llega desde atrás como una exhalación, pero nadie interpreta la partitura para que suenen los goles. Que con este panorama Ivanschitz y Rubén se volvieran sin minutos sigue llamando y mucho la atención.

De todas maneras, pese a la preocupación por marcar, ayer se imponía sobremanera la de que funcionara la defensa. Con sólo cuatro zagueros en la convocatoria, Mendi retrasó a Camarasa, lo que abrió la puerta de la medular para un Sissoko que de más a menos terminó por perder la influencia del principio. La cosa no cuajó, no por el canterano, sino porque Vyntra está lejos de ser un tapón y uno de los que nunca fallan como Pedro ayer tardó demasiado en coger bien el sitio.

Sin proponérselo demasiado, el Málaga, que perdonó en el último suspiro del descuento, fue imponiéndose en la batalla del centro del campo. Lo hizo percutiendo por las bandas y, en definitiva, invadiendo el área atracándose de balón y con un bombardeo constante de córners. Curiosamente, fue la faceta en la que más claramente dieron un paso adelante los granotas, que en la víspera ensayaron cómo defender esas acciones ante Roque para que no les pasara la de Aduriz y que a la postre lo consiguieron. La portería se quedó imbatida, que también es importante, sobre todo porque conforme pasen los días este primer punto sabrá bastante mejor.

- Ficha técnica:

0 - Málaga CF: Kameni; Rosales, Sergio Sánchez, Weligton, Antunes; Horta (Samu Castillejo, m.73), Recio, Camacho, Juanmi (Samuel, m.82); Luis Alberto (Amrabat, m.55) y Santa Cruz.

0 - Levante UD: Jesús Fernández; Pedro López, Vyntra, Sissoko (Rodas, m.63), Toño; Simao, Camarasa, Víctor Pérez, Morales; Xumetra (Víctor Casadesús, m.80) y Rafael Martins (El Zhar, m.56).

Árbitro: Gil Manzano (Colegio Extremeño). Mostró tarjetas amarilla al malaguista Recio (m.67) y a los levantinistas Rafael Martins (m.50) y Vyntra (m.73).

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada de la Liga BBVA diputado en el estadio de La Rosaleda ante unos veinticinco mil espectadores.