Excepto como bailarín, el seleccionador sub-21 considera muy aprovechable a Víctor Camarasa. Pagada la novatada de puertas hacia adentro, donde sus compañeros le obligaron a moverse junto a Moi Gómez al son del ´Danza Kuduro´, el de Meliana cumplió sobre el césped con las expectativas creadas y se ganó una segunda convocatoria con la Rojita. Se hará de rogar hasta marzo, cuando debería llegarle, además, la oportunidad para jugar de medio centro después de haber debutado en la zaga. Albert Celades tiró de él como central al haber quedado gratamente sorprendido de sus prestaciones en su única aparición oficial previa en ese puesto, en la visita granota a La Rosaleda.

El técnico nacional advirtió personalmente al levantinista el martes, el día anterior al amistoso frente a Bélgica. Le dijo que ante la carencia de centrales en la lista de 18 (apenas había dos, David Costas y Pablo Íñiguez), iba a recurrir a sus servicios en defensa. Y se justificó diciendo que en Málaga había descubierto en Víctor muchas de las cualidades que busca en un central: fortaleza física, contundencia en el juego aéreo, rapidez de piernas y buena salida de balón.

Fue Mendilibar el primero que vio al de Meliana dando también la talla unos metros más retrasado de lo habitual. Después de haberlo probado ahí en pretemporada, las bajas le llevaron a reubicarlo en la tercera jornada; y aquel, con Jesús notable entre palos, es uno de los dos únicos partidos en los que el Levante ha quedado invicto. Alcaraz, hasta ahora, ha recurrido a Camarasa como central solo en ejercicios puntuales de los entrenamientos.

En los 25 minutos que disputó con la sub-21, el canterano azulgrana reforzó punto por punto la apuesta del seleccionador. Apareció al corte providencialmente en varios ataques belgas, agilizó la circulación de la Rojita y hasta tuvo una ocasión de cabeza, a la salida de un córner. Para nada pareció encontrarse incómodo en la defensa, a pesar de que así lo había reconocido públicamente previamente y se lo había trasladado también personalmente a Celades.

En la citada charla, el seleccionador le cuestionó por su ubicación preferida en el centro del campo, donde ´Cama´ ha actuado tanto de ´6´ como de ´8´ y de ´10´. El levantinista se mostró dispuesto a dar el máximo donde la situación lo requiera, aunque mayoritariamente haya ejercido de organizador. Celades le dejó entrever que sería ahí donde testería su rendimiento en siguientes citas de la sub-21, que en El Ferrol inició una nueva etapa, con el Europeo 2017 de la categoría como objetivo final.

Lo que no variará con la hornada de internacionales del 94 y 95 es el estilo de la Rojita. El fútbol de toque no se negocia, como expuso Celades nada más arrancar la concentración; ´Cama´ deberá luchar por un puesto en la media con el culé Samper, el atlético Saúl (estos dos jugaron los 90 minutos el miércoles) y el madridista Medrán.

Celades pide minutos de club

Más allá de sus posibilidades y el rendimiento ofrecido a su paso por la sub-21, Camarasa y el resto de internacionales se ganarán su continuidad en el día a día. «Independientemente de que tengamos una base de jugadores, lo importante es lo que hagan con sus clubes y haremos un seguimiento muy exhaustivo», advirtió Celades después del 1-4 ante Bélgica. El de Meliana, una de las mejores noticias granota en el arranque de curso, se cayó del once en Sevilla en favor de Sissoko.