Su ausencia en la convocatoria para Córdoba ha sido la gota que ha colmado el vaso. Relegado a un segundo plano por Lucas Alcaraz, quien semanas atrás le tranquilizaba en privado diciéndole que iba a ser importante, Camarasa contempla su cesión en el mercado invernal como la mejor opción posible a corto plazo. El futbolista de Meliana no quiere ver frenada su progresión, que le llevó incluso a debutar con la sub-21 a principios de noviembre, y tiene previsto comunicarles personalmente a los dirigentes del club su intención en los próximos días.

Interesados en sus servicios hay evidentemente en Liga Adelante, pero también en Liga BBVA -Eibar y Rayo, sin ir más lejos, lo han hecho en los meses anteriores- e incluso el fútbol inglés y el alemán. La prioridad del medio centro es gozar de minutos, de continuidad; la tenía en el Levante en la 'era Mendilibar' pero la ha perdido a raíz de la decidida apuesta del granadino por Sissoko o Simao, en este último caso en El Nuevo Arcángel. Solo ante el Almería, en su primer triunfo en el banquillo granota, Víctor ha jugado de inicio con Alcaraz.

La consensuada apuesta de Manolo y el técnico por el fichaje de un centrocampista en enero, además de un delantero, refuerza la postura del canterano. Con la llegada de otro competidor y el posterior regreso de Diop de la Copa África, el internacional correría el riesgo de quedar prácticamente inédito en la segunda mitad del curso. Algo que a sus 20 años no redundaría en beneficio propio ni del club, que llegado a este punto deberá apostar en uno u otro sentido por el futuro de uno de los puntales de la regeneración de la plantilla, junto a Rubén, Morales, Iván López.

Lo cierto es que solo la contratación de un refuerzo en la medular podría abrir la puerta al de Meliana, que en su haber cuenta con un gol frente al Eibar. Con Pape ausente a lo largo de todo el mes de enero y puede que el inicio de febrero por su participación con Senegal, y Víctor Pérez defenestrado (se trabaja en su posible salida en el mercado invernal), Alcaraz se quedará solo con Sissoko, Simao Mate y Víctor para el doble pivote; una cara nueva es la que dejaría margen de maniobra al Levante.

Una cesión permitiría al joven jugador, con contrato en 2019, ganar experiencia en la elite y regresar a Orriols en verano para hacerse definitivamente un hueco en el once, como está pasando ahora con el lateral derecho después de su paso por el Girona en la 13/14.

Curiosamente, su salida no liberaría una ficha para posibles refuerzos, ya que Camarasa cuenta con contrato y ficha del filial a pesar de ser uno más en el primer equipo, y de que el club se había comprometido el año pasado a actualizar económica y deportivamente su rol cuando llegara ese momento.

Aunque públicamente no ha expuesto su descontento, el de Meliana lleva unas semanas sopesando la decisión a raíz de su evidente perdida de protagonismo. Con su firme postura, el medio centro dejará la pelota en el tejado de los dirigentes granotas, quienes no se han dirigido a él o a su entorno desde el comienzo de la campaña. Ni siquiera a raíz de su flamante condición de internacional sub-21, el cuarto en la historia del Levante.

El descarte para el último encuentro liguero se produjo inmediatamente después de dos apariciones desde el banquillo, frente a Albacete (en Copa del Rey) y Getafe. En estas expuso su versatilidad, actuando como central además de un posición natural. Albert Celades le había hecho debutar con la Rojita en el eje de la zaga al considerar que sus condiciones se adaptan como un guante a esta: fortaleza física, contundencia en el juego aéreo, rapidez de piernas y buena salida de balón.