Decía Alcaraz en la previa de la vuelta de Copa que la proximidad de partidos obligaba a echar mano de todos los futbolistas disponibles. Y lo cierto es que lo único positivo de la pobre clasificación a octavos de final fue la acumulación de minutos para los menos habituales y el descanso para los más utilizados. Los pilares fundamentales, los del ´plan A´, serán los responsables de cerrar el 2014 en un Ciutat donde el miércoles se escucharon las primeras protestas de la era Lucas.

Orriols aún no ha vuelto a sonreír de oreja a oreja desde el 2-1 ante el Valencia. Cuatro empates -dos en Copa- y una derrota son los números desde aquella alegría. La desazón contra los manchegos choca con los números antagónicos como locales entre Mendilibar y Alcaraz. La llegada del granadino cortó una hemorragia de cuatro derrotas consecutivas, con 14 goles en contra y ni uno a favor. La mejoría es evidente, pero la continuidad ofensiva carece todavía de suficiente fluidez, una vez lograda la solvencia atrás dejando la portería a cero en Córdoba. «Hemos sacado la cabeza, pero no podemos relajarnos. Tenemos buenas sensaciones, no encajamos gol y lo que nos falta es sumar más puntos para ampliar distancias respecto a la zona de descenso», afirmaba Diop tras el empate sin goles en Los Cármenes.

Aunque públicamente nadie ha lanzado pestes tras rozar una eliminación copera que hubiera sido justa, el vestuario ha hecho autocrítica y de inmediato se ha conjurado para transformar las críticas en aplausos ante un rival directo, también con 14 puntos. La Real Sociedad dejó mejores sensaciones en su eliminatoria contra el Oviedo, de Segunda B, tiene muchos interrogantes físicos y todavía no ha terminado de despegar desde el cambio en el banquillo. Sin embargo, los granotas tienen muy claro que es un equipo que fue confeccionado para pelear por Europa, que en las últimas temporadas ha llevado una proyección de menos a más, porque sus inicios son engañosos. Que es mejor de lo que parece. Tres victorias y un empate -el curso pasado- son los últimos precedentes. El 2-1 de la 2012/13 fue el del primer recital de Oba Martins, el 3-2 anterior permitió al Levante defender el histórico liderato con el golazo de falta de Rubén Suárez en la prolongación y el 2-1 de la 10/11, con Luis García, fue la primera victoria de una campaña sufridísima.

Ni mucho menos es un discurso victimista. El mejor ejemplo, la victoria ante el Valencia. La exigencia real pasa por recuperar el guión del Derbi antes y durante el partido. El Ciutat supo sostener al equipo en el arranque explosivo valencianista y a medida que pasaban los minutos, y el Levante fue creyéndoselo, la comunión fue absoluta. Mañana juegan todos, sin ningún signo de relajación en el verde ni tampoco en la grada. La victoria ante el Almería fue el principio del cambio y contra los vascos, en el cierre del año, los tres puntos tienen incluso más valor, ya que el calendario de 2015 arranca con la visita al Calderón y sigue con dos duelos dramáticos, los últimos de la primera vuelta, ante Deportivo y Elche, ambos adversarios directos.

Los que jugaron de inicio contra el Albacete tuvieron un trabajo de regeneración y Alcaraz se quedó con los titulares para mañana, más Xumetra, uno de los relevos desde el banquillo en la vuelta copera. Entre ellos, Diop, Simao Mate y Sissoko. Uno no será titular. Pape es fijo. Las dudas físicas sobre Momo se están disipando. Los problemas son en el abductor, derivados del césped de Buñol, aunque en principio el centrocampista es optimista sobre su presencia. En la estrategia, Pape y Simao tuvieron más protagonismo que el ´22´ de Mali.